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El riesgo de pobreza de los inmigrantes triplica al de los catalanes

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Elisenda Colell

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Los inmigrantes que viven en Catalunya registran el triple de pobreza que las personas nacidas aquí. Casi la mitad de ellos son pobres, y de estos, el 40% trabaja pero con sueldos más que precarios. Esta realidad afecta a su salud y al nivel académico de sus hijos, cuyo abandono prematuro de la escuela se dispara frente a los nacidos en España.

Estos son algunos de los datos que subraya un informe de la federación <strong>Entitats Catalanes d'Acció Social </strong>(ECAS) presentado este martes y que recoge información del Institut Català d'estadística (Idescat), el Departament de Salut y el de Educació. La entidad sostiene que las administraciones actúan de forma "discriminatoria" porque no ayudan a estas familias. 

Mientras que la tasa de riesgo de pobreza afecta al 14,3% de las personas con nacionalidad española que viven en Catalunya, esta situación se dispara entre los inmigrantes, pues llega al 47,9%, según datos del Idescat del 2018. Casi 34 puntos de diferencia de brecha, que las ayudas públicas no logran atajar. Porque, si bien los recursos sociales que ofrece la Administración logran reducir la pobreza en 13 puntos entre los nacionales, en el colectivo de extranjeros estas ayudas solo rebajan la vulnerabilidad en tres puntos. "Las ayudas sociales no están llegando a esta población, esto es una discriminación", ha lamentado Ferran Busquets, responsable de pobreza de la federación. 

Sueldos pírricos

No obstante, la pobreza entre los inmigrantes no se da porque estén en paro, ya que el 80% de ellos trabajan. El problema es la precariedad laboral. El 60% de los extranjeros extracomunitarios cobran menos de mil euros al mes uno de cada tres percibe menos de 500 euros, mientras que entre los españoles son un tercio los mileuristas y solo el 17,5% no llegan a los 500 euros mensuales. Los datos se agravan entre las mujeres inmigrantes, ya que el 40% de ellas no llegan a esos 500 euros. 

La pobreza que sufren estas familias, según los datos recopilados por ECAS, repercute en su salud. Si al llegar a Catalunya solo uno de cada 10 considera que está en mal estado de salud, en cuanto lleva más de 10 años en la comunidad su malestar se duplica hasta el 22% y supera la tasa de media en Catalunya. 

Abandono escolar

También los hijos de estas familias inmigrantes tienen problemas, al menos en la escuela. Hace dos años, según los datos facilitados por la Conselleria d'Educació, el 8,5% de los niños españoles no terminaron la ESO, abandonaron la escuela de forma prematura. Sin embargo, entre los niños de origen africano, magrebí o sudamericano la tasa de abandono fue hasta cinco veces mayor. También se ve en los niños que van a la guardería: el 85% de los pequeños extranjeros de menos de 2 años en Barcelona no están escolarizados.

"Necesitamos cambiar la ley de extranjería, que los ayuntamientos empadronen a todas estas personas y que las ayudas sociales, como la renta garantizada, no discriminen según el tiempo de estancia en Catalunya", ha criticado Busquets, que también ha reclamado políticas públicas interculturales que logren que estas personas puedan involucrarse en la comunidad y pagar impuestos.

El reto es enorme. "Si no logramos revertir el escenario, esta situación de pobreza se va a transmitir a las futuras generaciones", ha lamentado Georgina Marín, investigadora y autora del estudio.