El problema del vandalismo

Renfe bromea con una apuesta entre cuñados para alertar sobre los grafitis

La compañía denuncia que en el 2019 gastó ocho millones para limpiar 2.700 trenes en Catalunya

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zentauroepp51673653 bcn200110154930 / Renfe

Óscar Hernández

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Un pasajero de Renfe permaneció 14 horas en la estación de Plaça de Catalunya y tuvo que ser rescatado por la policía después de haber pasado todo ese tiempo intentando infructosamente coger un tren que no tuviera pintadas. El hombre explicó que en una comida familiar de Año Nuevo se había apostado con su cuñado que se subiría a un tren sin pintar, algo que no sabía que iba a ser casi imposible. Con esta ficción, a modo de broma irónica y sin ser el Día de los Inocentes, sorprendió Renfe ayer a los medios de comunicación para denunciar una vez más el grave problema del vandalismo en en transporte ferroviario.

La nota de prensa explica que el cuñado del protagonista de esta falsa historia le propuso que cogiera un tren sin grafitis desde Plaça de Catalunya para demostrarle la envergadura del problema. "No fue necesaria la frase ‘Aguántame el cubata’ y el cuñado se presentó el 3 de enero a las siete de la mañana en la estación" para demostrar que lo de las pintadas era algo puntual. "La realidad es tozuda y no fue hasta las 21.00 horas cuando al presentar sintomas evidentes de agotamiento personal de Renfe avisó a Mossos y Protección Civil para evacuar a este viajero", explica el comunicado.

Ocho millones de euros al año

Con esta y otras iniciativas similares, como la de exponer una puerta de tren pintada en la feria de arte contemporáneo de Madrid, la empresa ferroviaria sigue alertando sobre los graves perjuicios que causa el vandalismo a este servicio público. Ahí van algunas de las cifras divulgadas este viernes en la nota del cuñao escéptico: El 80% de los trenes circulan con grafitis ya que no da tiempo a limpiar todo lo que se pinta. El año recién terminado Renfe gastó ocho millones de euros en limpiar pintadas sólo en Catalunya. También en el 2019 Renfe limpió 85.000 metros cuadrados de carrocería en 2.700 trenes, lo que supone, en un parque móvil de 250 trenes "que cada uno ha sido pintado diez veces".

"Los grafitis –explica la empresa– obligan a Renfe a alterar la programación de los recorridos de estos trenes para organizar la retirada de la pintada por los servicios de limpieza, así como dejar el tren inmovilizado más tiempo del previsto lo que comporta una modificaion de la logística de distribición de los trenes".