Lotería de Navidad

El Mussol del Clot reparte 12 millones del Gordo

Gordo de la Lotería de Navidad 2019

Parte del gordo de la lotería de Navidad de 2019 ha tocado en Barcelona, en la calle de Guipuzcoa, 2 / periodico

Toni Sust

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Con los ojos llorosos de emoción, Laura posaba este domingo para las cámaras. Llevaba una camiseta con el número del Gordo, el 26590, primer premio de la lotería de Navidad de este 2019, del que su administración, la número 249, ha repartido este año casi 12 millones de euros. Está situada en rambla de Guipúscoa, 2, se llama El Mussol del Clot, y está en la frontera del barrio del mismo nombre con la Verneda. Laura Puentes y su marido, Pablo Mongil, se hicieron cargo del negocio en el 2017. “Vine de Valladolid hace 11 años”, ha explicado la mujer, que tiene 31. Su marido, de 39, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, también trabaja en la construcción. Viven en Viladecans con su hija, Mónica, que también participaba de la fiesta improvisada. Él se ha enterado de la noticia y ha despertado a su esposa para comunicársela. Y se han ido corriendo hacia la administración.

Laura se ha presentado ante las cámaras con una camiseta y carteles que llevaban impreso el número premiado, mientras se descorchaba cava. La imagen de cada año, que tiene su explicación: un empleado de la delegación de Loterías del Estado se desplaza hasta las oficinas que han repartido premios relevantes con las camisetas y los carteles preparados y algo de espumoso, para que la escena habitual se pueda repetir. Y así logran que la foto sea siempre la misma.

La quiniela destronada

Laura y Pablo tenían cinco series del 26590, de las que vendieron casi tres, 28 décimos, según ha precisado Mongil. En total, han repartido 11,2 millones de euros brutos, 9.072.000 limpios (Hacienda se lleva algo menos del 20%). Los 20 décimos de las otras dos series no fueron vendidos y la administración los devolvió. "Estamos muy contentos, somos gente trabajadora y es el premio a todo nuestro trabajo”, decía Laura mientras fotógrafos y cámaras de televisión le pedían que se abriera más cava. Hasta ahora, el mayor premio que había repartido la administración fue una quiniela de 11.000 euros.

Aunque se denuncie que la escena es igual cada año, es cierto que la proporción de colectivos ha variado con el tiempo. Hace no tanto, solían aparecer en las administraciones clientes con algún número premiado, que eran felicitados por los vecinos e interrogados por los periodistas. Los vecinos siguen yendo, pero quizá porque era domingo, en la Rambla de Guipúscoa no había muchos. Premiados, ninguno, por lo menos durante las primeras horas. Periodistas, los mismos que siempre o alguno más.

En otra situación más o menos habitual, una mujer mayor pasaba caminando mientras Laura se dejaba fotografiar. Con una sonrisa resignada, y un punto de escozor en la mirada, la señora hablaba sola: “Vecina del barrio y no he comprado ni uno”.