FALLO FERROVIARIO

Una avería eléctrica pone patas arriba el AVE Madrid-Barcelona

Una de las pasajeras del AVE que realizaba el trayecto Barcelona-Madrid relata la situación tras horas de espera, el 21 de diciembre del 2019

Una de las pasajeras del AVE que realizaba el trayecto Barcelona-Madrid relata la situación tras horas de espera, este sábado / periodico

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El fuerte viento parece ser el responsable de que Barcelona y Madrid se hayan quedado este sábado sin conexión de alta velocidad durante dos horas y media. A las 17.40 horas, según informa Adif, la catenaria ha caído sobre un tren que se encontraba en las cercanías de Madrid. El pantógrafo, la pieza que conecta el convoy con el tendido eléctrico, ha caído sobre la otra vía. Una tormenta perfecta que ha dejado ambas ciudades sin AVE hasta pasadas las ocho de la tarde. Y que de rebote también ha afectado al recorrido que une la capital catalana con Andalucía. La avería ha obligado a detener la circulación de otros siete trenes. 

El tren afectado, de hecho, ha partido de Sevilla y tenía como destino Barcelona. Hasta que le ha sucedido lo siguiente: "Informamos que se ha producido una avería de electrificación por fuertes vientos a la entrada de Madrid que está ocasionando fuertes demoras". Ese es el mensaje que han recibido los viajeros del AVE en sus correos electrónicos. Un portavoz de Renfe informa de que a las 20 horas se ha logrado restablecer la circulación de una de las vías. Eso significa que ya se ha retirado el pantógrafo de la vía, y que queda pendiente hacer llegar un tren al lugar para llevarse al pasaje del convoy que tiene la estructura eléctrica por sombrero. De este modo, se ha podido liberar uno de los trazados y se podrá restablecer parcialmente la circulación, ni que sea con la mitad de la infraestructura hasta que se resuelva la caída de la catenaria. Y todo ello, sin que el viento remita. 

El fallo ha generado cierta estupefacción entre los viajeros. Sobre todo, y como suele suceder en estos casos, por la falta de información.