Los Mossos investigan si el arma del crimen de Vilobí fue una azada

La muerte violenta, el viernes, de dos niñas de cinco y seis años, supuestamente a manos de su madre, mantiene conmocionado al núcleo de Salitja y al municipio al que pertenece, Vilobí d’Onyar (Selva), donde este sábado se celebró un minuto de silencio ante el ayuntamiento para recordar a las víctimas y condenar los hechos, mientras avanza la investigación de los Mossos d’Esquadra.

Los cuerpos de las menores, a los que ayer se practicó la autopsia, presentaban fuertes golpes en la cabeza y en la espalda, según explicaron fuentes cercanas al caso, que está bajo secreto de sumario, y la investigación policial se centra en determinar el arma del crimen, que podría ser un azadón o azada encontrado en el lugar de los hechos y que coincidiría con las heridas que presentaban las niñas. 

A las 11 de la mañana, un centenar de personas realizaron un minuto de silencio en recuerdo de las dos víctimas y de la madre, que se suicidó poco después lanzándose contra un camión en la AP-7 en Salt (Girona). La alcaldesa de Vilobí, Cristina Mundet, reconoció que el pueblo está "conmocionado" y reclamó "respeto para la familia que vivía dede hacía cinco años en Salitja. Mundet ha confirmado que las dos niñas no estaban escolarizadas en la escuela y aprendían con la madre en casa. Fuentes municipales reconocen que el pueblo está "en shock", especialmente los niños, ya que a pesar de que las dos víctimas no iban a la escuela, sí que hacían actividades extraescolares en el municipio.

Por la tarde, en Salitjà, se produjo un segundo acto en recuerdo, que se desarrolló en la más estricta intimidad.

Informe médico de la madre

Mundet explicó que se ha puesto a disposición del "entorno social" de las niñas un servicio de atención psicológica. "Lo hemos activado enseguida porque creemos muy importante poder transmitir serenidad y tranquilidad a los niños que van a nuestra escuela, y dar herramientas para gestionar un shock como este ", dijo la alcaldesa, quien también reclamó "respeto para la familia" y que Vilobí d'Onyar "no se convierta en un plató de televisión a partir de esta tragedia". "Tenemos que mirar adelante y ser un pueblo unido, a pesar de la atención mediática" explicó Mundet, visiblemente emocionada,  a sus vecinos.  

En el Ayuntamiento de Vilobí no se tiene constancia de que la familia hubiera sido atendida por los servicios sociales ni tampoco de que la madre tuviera problemas psiquiátricos. Precisamente la investigación está pendiente de recibir el historial médico de la madre y de determinar el arma homicida, uno de los elementos claves del caso. La División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos, al frente de las pesquisas, localizó un azadón  o azada y se investiga si este podría haberse utilizado para cometer el doble asesinato. 

Fue el padre de las víctimas quien alertó del crimen, alrededor de dos y media de la tarde del viernes cuando, al llegar a casa después de trabajar, encontró los cuerpos sin vida de sus dos hijas. Se da la triste circunstancia de que en la casa donde se produjeron los hechos, en la carretera de Caldes, 33, este sábado tenía que celebrarse la fiesta de cumpleaños de una de las pequeñas, la mayor, que habría cumplido siete