consejo europeo

Polonia echa un pulso contra las estrategias ecológicas de la UE

zentauroepp51338944 soc clima191212172511

zentauroepp51338944 soc clima191212172511 / periodico

Silvia Martinez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El objetivo de convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro en 2050 chocó este jueves, durante la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE, con la oposición de Polonia que ha exigido compromisos más explícitos sobre el dinero para financiar la nueva estrategia de transición ecológica y económica propuesta por la Comisión Europea y ha impedido la adopción unánime con el objetivo. Los líderes de la UE, según ha anunciado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aparcan la discusión y volverán a debatir en junio de 2020.

“Un Estado miembro, Polonia, no ha podido comprometerse hoy y hemos dicho que volveremos en junio del próximo año”, ha anunciado pasada la una de la madrugada la cancillera de Alemania, Angela Merkel, tras un debate largo y complicado. “Es verdad que un Estado miembro no ha podido comprometerse en este momento pero es muy importante enviar el mensaje de que queremos ser el primer continente neutro en 2050, aunque para un país, Polonia, es necesario más tiempo”, ha precisado poco después Michel proclamando un acuerdo. 

La decisión de respaldar el compromiso de neutralidad climática en 2050 debía tomarse por unanimidad. Aún así, el documento de conclusiones adoptado avala el objetivo "de lograr la neutralidad climática para 2050, en línea con los objetivos del acuerdo de París" aunque añaden que "un Estado miembro, en este momento, no se puede comprometer a implementar el objetivo". Pese a este revés, la conservadora alemana se ha mostrado satisfecha con los progresos logrados por la UE “porque no ha habido división en Europa” y "tenemos buenas perspectivas de éxito”, ha resumido durante una breve comparecencia.

Checos, húngaros y polacos

La jornada arrancaba con el desafío de otro país del este crítico también con el objetivo por las repercusiones que tendrá para sus finanzas. “Tienen que entender que cada país tiene un mix energético distinto y que tendrá distinto coste. A la Republica checa le costará más de 30.000 o 40.000 millones. Hay que discutir antes de prometer nada”, avisaba a su llegada el primer ministro checo, Andrej Babis. Praga, que ha defendido que sin la energía nuclear no podrá cumplir con el esfuerzo de reducción de emisiones de CO2 pese a la posición radicalmente contraria de Austria o Luxemburgo, ha logrado una pequeña victoria al incluir en las conclusiones una mención explícita a que algunos Estados miembros "han indicado su intención de utilizar la energía nuclear como parte de su mix nacional" lo que le ha valido para levantar sus reservas.

El problema de Polonia, en cambio, se refiere a su alta dependencia del carbón. Varsovia ha pedido más tiempo para que los países dependientes de los combustibles fósiles hagan la transición y, sobre todo, más dinero porque la transformación, según sus cálculos, les costará más de 500.000 millones. “No podemos aceptar una propuesta que dañe a la sociedad polaca”, recordaba a su llegada Mateusz Morawiecki. "Queremos una transición energética justa que tenga en cuenta los costes económicos y sociales, pero el ritmo de la transición debe ser diferenciado", ha reclamando.

100.000 millones para la transición

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha propuesto movilizar 100.000 millones de euros en los próximos siete años y centrar las inversiones en los países más rezagados y dependientes de los combustibles fósiles, como los tres países críticos, pero de momento no está claro de donde saldrá el dinero ni si será suficiente. La propuesta además no llegará hasta enero y está directamente vinculada con otra batalla que sigue encallada: la negociación del presupuesto de la UE para el período 2021-2027.

Todo esto ha hecho que Polonia haya acogido con frialdad el objetivo. El enfrentamiento se ha producido horas después de la presentación del Pacto verde de von der Leyen. Salir de la cumbre con un fracaso suponía enviar una señal catastrófica a la COP25 que se clausura este viernes en Madrid. “Si la UE no tira del carro de la COP25 va a ser difícil trasladar esos objetivos tan ambiciosos a nivel internacional”, reconocían fuentes gubernamentales españolas este jueves.