El carnicero leridano que mató a su cuñado dice que se sentía "extorsionado"

El empresario ha confesado que cargó el cadáver en el maletero del vehículo de la víctima y decidió trasladarlo y dejarlo en una calle de Barcelona

Juicio al carnicero que mató a su cuñado en Lleida

El juicio al carnicero que mató a su cuñado en Lleida.  / periodico

Efe

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El empresario cárnico de Lleida Josep Puiggròs, acusado de disparar mortalmente a su cuñado en un obrador ubicado en Torre-serona (Lleida) en junio del 2017, ha asegurado que se sentía “extorsionado” por la víctima.

Según ha explicado el acusado en el juicio que se celebra en Lleida, su cuñado le había dejado en numerosas ocasiones grandes cantidades de dinero y, una vez había saldado sus deudas con él, éste le pedía poner a nombre de la empresa cárnica coches y motos de alta gama.

Ha asegurado que, al negarse a ello, la víctima le había amenazado en varias ocasiones con hacerle daño a él y a su familia y que por ese motivo “tenía miedo” de unos socios de Valencia que, supuestamente, eran los que podían tomar represalias contra él.

Acalorada discusión

El día de los hechos, el 19 de junio del 2017, el acusado y la víctima se encontraron en el obrador y después de una acalorada discusión, el cuñado sacó supuestamente del pantalón una pistola y disparó hasta en dos ocasiones.

Con el afán de defenderse, el acusado ha explicado que consiguió arrebatarle el arma a su cuñado y, en un momento de “ofuscación”, dispararle.

Finalmente, el empresario ha confesado que cargó el cadáver en el maletero del vehículo de su propio cuñado y decidió trasladarlo y dejarlo en una calle de Barcelona. “Ese fue mi error, en el momento que ocurrió todo tendría que haber llamado a la policía y haberles explicado lo que pasó”, ha dicho el carnicero.

Puiggròs también ha explicado que se deshizo del arma homicida cortándola a pedazos con una radial y tirándola a un canal. Una vez aparcó el coche con la víctima en su interior en la calle Béjar de Barcelona, se dispuso a volver a Lleida con un coche que él mismo había dejado unos días antes en un parking de la ciudad condal cuando había viajado para, supuestamente, vender sin éxito un coche a los socios valencianos de su cuñado.

Los Mossos d’Esquadra encontraron el cadáver de la víctima en el maletero de su propio coche la mañana del 23 de junio del 2017, después que el propietario de un bar cercano denunciara el fuerte hedor que desprendía el mismo.

La fiscalía pide una pena de 12 años de prisión por un delito de homicidio y la acusación particular y la defensa se suman a la pena, aunque piden un atenuante por confesión y por obcecación, respectivamente.