SIN TECHO

Un usuario de Arrels Fundació: "Dormir en la calle es como ser invisible"

undefined51053335 diverses persones conversen assegudes cara a cara en un tall191124174214

undefined51053335 diverses persones conversen assegudes cara a cara en un tall191124174214 / periodico

Beatriz Pérez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

"Hoy no nos despierta la Urbana". Lo decía ayer por la noche una persona sin hogar que normalmente duerme en la calle. Este sábado volvió a dormir al raso en la plaza de Margarida Xirgu, en el Poble Sec, a raíz de 'Intempèrie', la última iniciativa que Arrels Fundació ha ideado para concienciar a la sociedad sobre qué es realmente dormir en la calle: es decir, dormir a la intemperie. En esta ágora de la ladera de Montjuïc durmieron ayer 36 personas, entre personal, voluntarios y usuarios de Arrels.

"Queremos llegar a más gente y a otros públicos de los que llegamos habitualmente", explica el director de Arrels, Ferran Busquets. En el marco de esta primera edición de 'Intempèrie', ayer por la tarde y hasta pasada la medianoche tuvieron lugar obras de teatro, talleres conciertos en la plaza de Margarida Xirgu. Cuando todo acabó, fue el momento de coger los sacos e instalarse debajo de una de las carpas para dormir. "El frío es lo de menos. Hoy he podido dormir con el móvil y los zapatos al lado sin miedo a que me los roben", comentaba este domingo por la mañana otra persona sin hogar. 

"A menudo dicen que la gente que duerme en la calle es porque quiere. Con 'Intempèrie' queremos hacer reflexionar a la sociedad: si ya dormir una noche al raso es una auténtica barbaridad, es solo una milésima parte de lo que supone dormir en la calle", dice Busquets. El mismo se muestra preocupado por las cifras recopiladas por Arrels: en el 2017, la fundación, en su recuento anual, contabilizó al menos a 1.028 personas durmiendo en las calles de Barcelona; en el 2108, 956; en el 2019, 1.195.1.195.

"Ni a mi peor enemigo"

Davide, italiano de 43 años, es usuario de Arrels y sabe bien qué es no tener un sitio donde dormir. Vivió ocho años en la calle: del 2011 al 2019. "Es una cosa que no deseo ni a mi peor enemigo. Es ser invisible", relata. Según él, hay muchos "prejuicios" en torno a las personas sin techo. "La gente se piensa que dormimos en la calle porque queremos. Nadie quiere dormir en la calle, sino que uno acaba así por sus circunstancias. En mi caso, por las drogas y el alcohol", asegura. Y advierte: "Cualquiera puede acabar en la calle. Pero, aunque no es fácil, se puede salir. En mi caso, fue gracias a Arrels", dice.

Davide ha vivio un sinfín de malas experiencias en la calle. "Te roban. Hay mucha violencia. Te pueden pegar. Los jóvenes que van de fiesta se meten contigo. La gente se piensa que quienes dormimos en la calle somos como perros y no", relata este hombre que, durante años, durmía en el paseo de Picasso. "Ahora estoy en un piso. Me estoy recuperando".

Preguntado por sus perspectiva de futuro, es tajante. "No creo en el futuro, sino en el presente. Mañana no se sabe", responde, pero sí pide a los políticos que se preocupen más por la pobreza. "Deben entender que muchas familias acaban en la calle cada día. Que la pobreza existe", reivindica.

"Yo empujaba un carro de chatarra"

Dice algo parecido José María, 'Tete', de 56 años. Antes era usuario de Arrels y ahora, voluntario. "Yo estoy en la comisión de eventos. Me encargo, por ejemplo, de las barbacoas. También participo en las obras de teatro de la fundación". 'Tete' vivió también ocho años en la calle. "Es durísimo", describe sin ambages. "Me acuerdo de cuando Arrels me vino a buscar. Yo empujaba un carro de chatarra. Había oído hablar de Arrels, me fui con ellos y ya me quedé completamente", rememora. Ahora tiene su piso y su "paga".

"Lo más duro es este frío, la lluvia, la soledad. La mente se te va porque bebes. Yo buscaba chatarra por toda la ciudad, cada día me daba caminatas de punta a punta y eso me hacía no pensar". 'Tete' durmió en cajeros, en garajes. "Nunca en el mismo sitio mucho tiempo porque hay mucha maldad", confiesa. "¿No ves el frío que hace hoy?", añade. El sábado 'Tete' participó en las actividades de 'Intempèrie', pero decidió no dormir al raso con los demás. Al acabar la fiesta, se fue a su casa.