LAS ÚLTIMAS HORAS DE UNA ENTIDAD DEL MARESME

Y se quedaron a dos velas

La mayoría del centenar de socios del club de playa de Pineda votaron su disolución por unanimidad

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zentauroepp50890682 soc pineda191115215440 / Sergi Conesa

Óscar Hernández

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Joaquín Soler, Ricardo Herrezuelo y Ángel Lanzo permanecen sentados en una mesa junto a lo que ha sido el inmueble del Club Nàutic Pineda de Mar. Aunque el nombre de club náutico quizás le venga un poco grande. Ese inmueble lo constituyen en realidad seis módulos prefabricados, al estilo de los barracones escolares. En la mesa varias libretas y carpetas tienen registrados todos los pasos de un cierre anunciado hace mucho y que se ejecutó definitivamente el sábado 9 de noviembre, en la jornada de reflexión electoral.

"En el 2009 se nos acabó la concesión. Y nos dijeron que con la nueva ley de costas no podíamos superar los 300 metros cuadrados de superficie. Y con eso no podemos ofrecer un local social ni todas las demás cosas que necesitan los socios", explica Soler, el presidente del club. Él precisamente tendría que afrontar con su patrimonio la multa de 60.000 euros que les impondrían si no dejaban vacía de nuevo la playa, "que además es muy grande y en la que hay espacio para todos", apunta.

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Desmantelamiento

A la última asamblea del club, hace ocho días, asistieron 63 socios. Muchos para una entidad de un centenar. "Todos sabían lo que pasaba", precisa el presidente. Se votó la disolución de la entidad por unanimidad. Y se debatió cómo se haría para no sangrar la economía de todos. "Una empresa se encarga de retirar los locales prefabricados y el resto del material. Todo quedará limpio. Y los socios ya se están llevando sus embarcaciones", explica Herrezuelo, el vicepresidente. Ayer, apenas quedaban una treintena de embarcaciones varadas en la arena de la playa.

Soler, Herrezuelo y Ángel Lanzo, también en la junta, recuerdan los orígenes de este modesto club de playa de Pineda. "Empezó como un grupo de amigos que querian practicar vela en otro punto de la playa de Pineda que se vio afectado por un temporal. Entonces nos trasladamos aquí de acuerdo con el ayuntamiento donde hemos estado los últimos 30 años", apunta Herrezuelo quien explica que ahora la masa social del club la formaban sobre todo personas mayores. "Los nietos de los socios nos pidieron permiso para hacer una barbacoa la semana pasada. Era su despedida", dice Lanzo.

Uno de los históricos

Los tres veteranos recuerdan la intensa actividad de su escuela de vela. Ahora su preocupación es acabar de desmantelarlo todo y buscar un emplazamiento para sus embarcaciones. Para la eternidad queda, a modo de epitafio, el primer párrafo del comunicado que difundió hace unos días la Federació Catalana de Vela: "El Club Nàutic Pineda de Mar, uno de los históricos de la vela catalana, ha finalizado su actividad después de 29 años en funcionamiento. La histórica entidad contaba con 100 socios, una masa social de 1.500 personas y 10 empleados. De esta manera se cierra el capítulo de este club del Maresme".

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