PREMIO RAMON MARGALEF DE ECOLOGÍA

Carlos M. Duarte: "Hay una Amazonia en el Maresme"

zentauroepp50971291 soc margalef191118181809

zentauroepp50971291 soc margalef191118181809 / periodico

Michele Catanzaro

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El ecólogo acuático Carlos Duarte, que este martes añadirá el Premio Ramon Margalef de Ecología de la Generalitat de Catalunya a una larga lista de galardones, no es persona que se corte un pelo. Desde el observatorio alejado su actual posición, la Universidad Rey Abdullah de Arabia Saudí, el científico observa con actitud crítica la ciencia española y la retórica dominante sobre el cambio climático.

¿Está preocupado por el cambio climático? No hace falta tener ni pánico, ni angustia, ni ansiedad, ni miedo. Pero no hay que dilatar más la respuesta porque el problema se hace cada vez más costoso de resolver. Hasta ahora no se ha hecho nada y hay que pasar a las acciones.

Pero, ¿qué acciones? Se necesita un nuevo modelo de sociedad y eso es casi una revolución. Pero hay también un gran horizonte de beneficios económicos en torno a las nuevas tecnologías que van a llegar. No nos enfrentamos a un infierno climático, sino a unos beneficios posibles.

También vivimos una crisis de la biodiversidad. El goteo de pérdida de especies se ha convertido en un chorreo. Peroen cuestión de biodiversidad ya empezamos a tomar medidas en los años 70, que están dando sus frutos.

¿Hay casos de éxito? Los espacios protegidos, la convención sobre el comercio de especies protegidas, la moratoria de la caza de ballenas, la estrategia marina de Unión Europea… En Europa, en la primera década del siglo XXI ha cambiado la tendenciahacia la pérdida de praderas submarinas

¿Eso tiene que ver con su idea del 'carbono azul'? En los años 90, en el Centre d’Estudis Avançats de Blanes, empecé a entender que praderas submarinas, bosques de algas, manglares y marismas son un sumidero de carbono importante. Una pradera de posidonia del Mediterráneo es un sumidero 10 veces superior a la superficie equivalente de bosque amazónico. Nunca lo pensamos, pero ¡tenemos una Amazonia en el Maresme! En 2009, me contactaron desde Naciones Unidas y escribimos juntos un informe sobre esta idea, titulado 'Carbono Azul'. 

¿Cuál ha sido el impacto de la expedición Malaspina 2010-2011? [una vuelta al mundo en buque de 400 científicos liderados por Duarte] Vimos que los océanos tienen un vigor y una resiliencia mayor de lo que pensábamos. Tienen una biomasa 30 veces superior a la que se conocía y un volumen de plástico inferior al 1% de la cantidad que se pensaba. La isla de plástico del Pacífico Norte no existe.

¿Qué le llevó a irse de España? En mi institución [el Institut Mediterrani d’Estudis Avançats del CSIC en Mallorca] fui represaliado por dirigir a tiempo parcial un centro en Australia, por un acuerdo del CSIC. Además, sufrí como otros por los recortes y la apropiación por parte del CSIC de fondos europeos. Llegaron a aflojar la luz de las bombillas de mi despacho y a cortar la electricidad en los sótanos.

¿Se siente libre en Arabia Saudí? En mi universidad tenemos una libertad intelectual absoluta. Es interesante viajar y ver lo que ocurre de verdad allí.

¿Como ve la situación desde lejos? Mal. Volvemos a tener un Ministerio de Ciencia, pero debido al bloqueo político es un ministerio de la buena voluntad, no de los hechos.

¿Ha afectado el ‘procés’ a la ciencia catalana? Es una dinámica que se opone a la idea de Catalunya como lugar de acogida. Muchos compañeros de aquí viven una situación desagradable, en centros que se han convertido en una especie de 'soviets', donde las listas científicas internas se usan para apoyar posiciones concretas. Quien no comparte disimula para no ser discriminado. Veo movimientos de salida de muchos investigadores, que perciben dinámicas que afectan incluso a las relaciones, en base a sus convicciones, lugar de origen, o idioma.