Líder en producción

Halloween resucita la calabaza española

zentauroepp50462779 eco halloween191022175732

zentauroepp50462779 eco halloween191022175732 / Miguel Lorenzo

Nacho Herrero

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

De ser arrinconada como ‘comida de pobres’ la calabaza ha pasado a ser un producto en auge. España es cada vez más líder en su producción dentro de la Unión Europa y la implantación mundial de Halloween ha sido clave en esta resurrección.

Según Eurostat, en el 2018 se produjeron en España 121.000 toneladas, 6.000 más que el año anterior, mientras que Francia, que es el segundo productor redujo en mil toneladas su cifra y Alemania, que es el tercero, en 14.000.

"En España trabajamos mejor y a mejor precio", resume Vicente Bataller, gerente de Florfruits, una empresa valenciana que lleva medio siglo cultivando calabazas y que ha visto como la celebración de la ‘Noche de Víspera de Difuntos’ se ha convertido en el plato principal de su producción.

"Para nosotros, Halloween es ya un 40% de la facturación del año", explica a EL PERIÓDICO. "Empezamos en el 2000 con un par de palés y ahora vendemos cuatro camiones diarios", relata. Del almacén en la localidad de Alcàsser salen estos días más de medio millón de calabazas y el 80% de su producción estos días se exporta y la lista de países receptores es larga. "Toda Europa, Emiratos Árabes, algo de Asia e incluso Rusia", desgrana.

Las claves, resume, son dos, el 'marketing' y el 'packaging' por un lado y la calidad de la calabaza por el otro. "Trabajamos con dos variedades, una que es la más decorativa, con un color muy llamativo y que tiene poca carne y por eso es más fácil para decorar y otra, que es la que se hace para Francia y para España, que también es comestible porque en estos países se prefiere que tenga los dos usos", señala.

La otra vida

"Halloween cada año crece más, el resto del año nosotros también crecemos y, por lo que sé, el resto del sector también, pero te tienes que mover mucho, a diferencia de noviembre cuando la gente no mira mucho el precio porque es algo para los niños", explica el gerente de esta empresa familiar.

Durante décadas la calabaza fue una comida habitual en España pero a finales del siglo XX su consumó cayó hasta casi ser testimonial. "A mí, cuando empecé hace 25 años, me decían que era comida de pobres, que ya habían comido bastante calabaza después de la Guerra Civil. Pero yo pensaba que estando el sector tan pequeño si lo hacíamos bien tendríamos mucha cuota de mercado cogida cuando pegara el pelotazo y así ha sido", explica.

Bataller apunta a que las nuevas tendencias en la alimentación pero también las medioambientales están ayudando a este nuevo auge. "Es un muy buen alimento y además no genera residuos", recuerda. Su gruesa piel le libra de plásticos para su venta.

La Comunidad Valenciana es, de largo, la que más hectáreas dedica a su producción. Según los datos del Ministerio de Agricultura fueron 1.797 de un total estatal de 3.995. De hecho, en un lustro casi se ha doblado la superficie dedicada a su cultivo en España. En Catalunya, por ejemplo, el Esyrce establece que en el 2018 creció un 30% el número de hectáreas dedicadas, hasta alcanzar las 315.