entrevista

Amalia Gamio: "Hay que abolir las tutelas y los hospitales psiquiátricos"

La miembro del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU participa en un congreso en BCN

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zentauroepp50520661 soc amalia gamio191022165434 / FERRAN NADEU

Elisenda Colell

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Amalia Gamio es una doctora, activista y miembro del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas. Este martes ha participado en el primer congreso sobre el derecho a la autonomía personal organizado por la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) en Barcelona.

A nivel mundial, ¿cómo avanzan los derechos de las personas con discapacidad?

Con bastante retraso. La Convención Internacional de Derechos para Personas con Discapacidad tiene 13 años, y uno de los pocos avances es que se empiezan a visibilizar es el de la exclusión de las personas con discapacidad. Los estados aún no entienden que las personas con discapacidad tienen los mismos derechos que el resto.

¿Cómo?

Estamos acostumbrados a tratar a las personas con discapacidad como enfermos. Para los estados, es muy cómodo verlos con lástima. Piensan: 'les ayudo, soy generoso, regalo sillas de ruedas'... La convención implica un cambio de enfoque radical que se basa en que las personas con discapacidad deben tener las mismas oportunidades. Por ejemplo, que la ley de tutela debería dejar de existir. A los políticos les sigue costando de entender. Hay que darles la capacidad de decidir por ellos mismos.

Según su opinión, ¿nadie puede asumir la tutela de las personas con discapacidad?

No. Les sustituyen su capacidad de casarse, de manejar su dinero, de conducir.. les están anulando como persona. Y es gravísimo. La sociedad está obligada a darles un apoyo, pero tienen derecho a estar informados y a tomar sus propias decisiones. Solo basta con ayudarles para tomarlas y hacerlo de forma responsable. Pensar que no pueden y que habría que encerrarlos es muy injusto. Y quien más lo sufre son las personas con discapacidad intelectual.

¿No deberían existir los hospitales psiquiátricos tampoco?

No. Las instituciones son sitios fríos, donde medican a las personas para que no den problemas. Les privan de su libertad, de su privacidad, los infantilizan y los abandonan. Que te amarren con una camilla, que te enjaulen… son malos tratos, es violencia. Este es el problema más grande del incumplimiento de la convención: la persistencia de la  institucionalización. Los estados no entienden que no debe haber tutelas, prefieren ser paternalistas. Nosotros, en la ONU, recomendamos a los estados que dejen de invertir en estos hospitales psiquiátricos y se dediquen a construir otras alternativas.

¿Cuáles?

Espacios comunitarios donde crear fuertes vínculos sociales, que les den apoyo y les ayuden a desarrollarse al máximo como ser humano al máximo. No decimos que no se les medique, pero que conozcan los efectos secundarios y les den toda la información. Pero sobre todo hay que invertir en la educación, en la escuela inclusiva y hacer que los niños con discapacidad tengan las mismas oportunidades que el resto desde el principio. Hay que invertir en su educación. La segregación debe acabar.

¿Hay brecha de género?

Por supuesto. Quienes más sufren son las mujeres con discapacidad psicosocial (esquizofrenia, bipolaridad…). En los centros las esterilizan sin su consentimiento, les obligan abortar. Sufren el triple de agresiones sexuales. Y los estados, o bien no tienen mecanismos para que lo denuncien, o bien no se las creen. Las menosprecian, no son sujetas de credibilidad. No se ha contemplado la exclusión que sufren estas mujeres.

¿Y en el caso de las niñas?

Las niñas con discapacidad son objeto de abuso en todos los sentidos. De los cuidadores, de la familia… son el eslabón más débil. Y  hay una cadena de errores que implica todo el sistema, tanto en la detección como en la infra denuncia. Están indefensas.

El panorama parece desolador…

Hay casos de buenas prácticas. Pero dentro de unos años nos daremos cuenta de lo mal que los estamos haciendo, igual que ahora nos conmueve que en Estados Unidos se separara a blancos y negros. El problema es que hay que hacerlo ya.