este viernes

París inaugura un paseo dedicado a Neus Català

El Ayuntamiento rinde homenaje a la militante republicana superviviente del campo de concentración de Ravensbrück

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Eva Cantón

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Es una pequeña rambla situada en la frontera de los distritos XI y XX de París en la que Neus Català estará acompañada por otras dos mujeres comprometidas con sus mismos valores: la resistente Maria Doriath y la militante feminista Maya Surduts.

La combatiente republicana catalana que colaboró con la resistencia francesa y sobrevivió al horror nazi entra en la historia de la capital francesa con la inauguración oficial del paseo que lleva su nombre en un acto lleno de referencias históricas organizado este viernes por el Ayuntamiento parisino en presencia de unas cincuenta personas.

Además de representantes locales, miembros de la familia y de diferentes asociaciones, acudieron a la ceremonia el consejero de Cultura de la Embajada de España en París, Roberto Varela, el conseller de Acción Exterior, Alfred Bosch y el diputado Joan Josep Nuet.

“Neus hubiera apreciado este guiño. Estar entre feministas y resistentes. Como quien se da cita en las ramblas de Barcelona”, dijo la concejal de Memoria del Consistorio parisino, la comunista Catherine Vieu-Charier, para quien Català, fallecida el pasado abril a los 103 años, fue “una mujer libre, resistente y republicana”.

En 1939, durante la Retirada de la que ahora se cumple el 80 aniversario, la enfermera de 24 años Neus Català atravesó los Pirineos con 180 huérfanos de la colonia Negrín de Premià de Dalt.

En Francia luchó con la resistencia como enlace hasta que fue delatada y deportada en 1944 al campo de concentración de Ravensbrück, donde murieron 92.000 mujeres. “No puedo ni quiero olvidar”, solía repetir Català tras sobrevivir a esa experiencia.

Trasladada al campo de trabajo de Holleischen, participó activamente en el sabotaje de armas y cuando acabó la guerra dirigió el diario Unión de Mujeres Antifascistas Españolas y participó en la fundación del Comité Internacional de Ravensbrück.

Su hija Margarita Català, que leyó una carta de la alcaldesa Ada Colau agradeciendo al consistorio parisino el reconocimiento a su madre, destacó su integridad y su fidelidad a sus ideales.

“Siempre dijo que no cambiaría su vida por nada del mundo”, señaló tras contar la anécdota de que cuando la acompañaba a sus reuniones clandestinas en Barcelona siendo una niña pasaba los microfilmes escondidos en los pañales de su hermano.

Homenaje a todas las republicanas

 “El reconocimiento de mi madre es un homenaje a todas las mujeres republicanas que lucharon en Francia”, comentó.

El conseller Bosch citó a Milan Kundera para subrayar que “la lucha de las personas contra el poder es también la lucha de la memoria contra el olvido” y que “nunca hay que doblegarse en la lucha por la democracia, por los derechos fundamentales y por la justicia social”.

Una vez descubierta la placa, la ceremonia concluyó con el Cant des ocells de Pau Casals interpretado por Marina Rossell, llegada directamente de Asunción, donde promocionaba su último disco.

“No podía faltar. Tenía que estar aquí porque tengo un recuerdo maravilloso de amistad y cercanía con ella y su familia. El Cant des ocells es la melodía ideal porque es un himno a la paz, a la fraternidad y a entendernos, algo que hoy es más necesario que nunca”, resumió la cantante.