Derriban el 'Forn de la Barraca', símbolo de la lucha contra la emergencia climática en Valencia

Del 'Forn de la Barraca' ya sólo quedan cascotes. Al filo de las diez de la mañana una enorme pala ha comenzado a derruir un edificio que durante siete décadas dio servicio de pan a la huerta entre València y Alboraya y que en las últimas dos semanas se había convertido en un símbolo contra la 'emergencia climática'. Todo, en el día de la huelga mundial por el clima.

Antes, decenas de efectivos de la Guardia Civil, apoyados por un helicóptero, habían desalojado este antiguo horno, expropiado recientemente para ampliar la autopista de entrada y salida de València por el norte. Desde hace 12 días varias decenas de activistas se turnaban  noche y día para tratar de impedir el acceso de los operarios que debían derruirlo.

Decenas de activistas se plantan para salvar la huerta valenciana

Estas últimas noches varios grupos musicales como Els Jovens o Xavi Sarrià (ex de Obrint Pas) habían acudido al Forn a mostrar su apoyo con pequeños conciertos a la defensa del edificio que desde hace años estaba decorado con un mural con el lema 'L'Horta és vida' acompañado de una alcachofa que sangraba atravesada por una flecha. 

Al filo de las siete de la mañana y al ver llegar a los agentes varios de los acampados se han encadenado con arneses en el tejado y en uno de los balcones y han permanecido allí hasta que los agentes han accedido hasta allí y les han desenganchado. En las manos llevaban carteles con la alcachofa sangrando.

[Siga aquí el directo sobre la huelga del clima del 27 de septiembre].

La operación se ha saldado con cuatro detenidos, los tres que se habían enganchado que no han presentado resistencia y una cuarta persona a la que, según apuntaron a Efe fuentes policiales se le imputa agresión a la autoridad por haber pegado una patada a un agente durante el desalojo. También varios de los activistas han denunciado en redes sociales golpes y magulladuras.

Decenas de personas, entre ellos diputados autonómicos de Compromís y de Unides Podem y la exdiputada nacional por la formación morada Rosana Pastor, han acudido a protestar contra el derribo. También lo ha presenciado uno de los miembros de la familia que hasta poco era la propietaria del 'Forn'.

La ampliación de la V21 es un proyecto retomado por el gobierno central en 2017 y cuestionado por el Ayuntamiento de València y el de Alboraya así como por varios colectivos defensores de la huerta.

Entre los argumentos que ofrecen está que el 'Forn de la Barraca' está en el sentido de salida de València, en el que nunca se producen atascos como si pasa puntualmente en las mañanas de julio y en las tardes de los fines de semana de verano en el de entrada.

Colectivos como 'Per L'Horta' también rechazan el tercer carril de entrada por entender que las retenciones son muy puntuales, que el volumen de tráfico que registra está claramente por debajo de los estándares europeos que aconsejarían los nuevos carriles; y que ampliar esa entrada va contra la política de la ciudad de reducir el uso del coche particular.

El ministerio de Fomento, que dirige el socialista José Luis Ábalos, no aceptó cuando accedió al cargo las propuestas alternativas que se presentaron y redujo el número de metros cuadrados expropiados de ochenta mil a sesenta y dos mil sin cambiar el trazado al no expropiar los campos enteros sino aquellos trozos que se necesitan para la ampliación.

Manolo Mata, síndic del PSPV en Les Corts, rechazó las críticas que han recibido por parte de sus socios de gobierno, Compromís y Unides Podem y aseguró que "estamos hablando de sesenta mil metros cuadrados que no alteran absolutamente nada" y pidió poner en valor la reciente ley de protección de la huerta "con la que salvamos cuatro millones de metros cuadrados".

De los despachos al Forn

La vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, ha recordado que las obras “son competencia del gobierno de España y fueron adjudicadas por el gobierno de Mariano Rajoy” y ha dicho que desde el Consell trataron de reducir el impacto.

“Hemos llegado hasta donde hemos podido no siendo competencia nuestra”, señaló Oltra, que en su momento estuvo en la movilización para frenar derribos en el barrio de El Cabanyal.

“En ese momento no podía trabajar en los despachos. No sé si es muy útil que diga como me siento pero si no tuviera la posibilidad de estar trabajando en los despachos estaría físicamente en el Forn de la Barraca”, ha reconocido tras asegurar que el gobierno autonómico no sabía que se fuera a derribar este viernes el edificio.

"Ese derribo no era necesario, con ampliar la entrada y no la salida, era suficiente. Nunca he oído hablar nunca de tapones en la salidas", ha apuntado Joan Ribó, alcalde de València, que ha lamentado "que en el día de medio ambiente se dediquen a hacer estas cosas, tiene un simbolismo fatal, de la huerta hay que quitar las partes mínimas".