Catalunya tendrá una única puerta de entrada para todos los servicios sociales

Catalunya contará, a partir del próximo año, con una única puerta de entrada para todos sus servicios sociales. Así lo ha anunciado este viernes el 'conseller' de Treball, Afers Socials i Famílies, Chakir El Homrani, en la presentación del documento de bases del 'Plan estratégico de servicios sociales 2020-2024'. Se trata, en palabras del Govern, de un "instrumento clave de planificación y una hoja de ruta" para "transformar" el sistema catalán en los próximos años. 

"Este plan es fruto de un trabajo que comenzamos hace tiempo. Se tenía que abordar este debate, de forma clara, para tener unos mejores servicios sociales", ha destacado El Homrani. Sin embargo, el 'conseller' no ha aclarado cuál será la financiación del proyecto, ni tampoco si supondrá un incremento del presupuesto de su departamento.

Aun así, las entidades sociales, aunque dan el visto bueno, no esconden sus dudas acerca de la viabilidad del mismo. "Aunque nos ha gustado mucho lo que hemos escuchado hoy, esperábamos más concreción acerca de los recursos. Porque hacen falta más recursos económicos. Ahora mismo no tenemos presupuestos, la realidad es la que es", señala Francina Alsina, presidenta de la Taula del Tercer Sector. "Este plan debe dotarse del presupuesto adecuado", dice por su parte Conchita Peña, decana del Col·legi de Treball Social de Catalunya.

"Continuum asistencial"

Pero en cuanto al contenido, las entidades sociales valoran positivamente este plan estratégico de servicios sociales. "Los profesionales de los servicios sociales trabajan con todos los departamentos -Justícia, Educació...-, pero muchas veces no hay relación entre las diferentes 'conselleries'. La importancia de este plan es que incorpora la idea de continuum asistencial", explica Maria Rosa Monreal, presidenta del Col·legi d'Educadores i Educadors Socials de Catalunya.

Por ejemplo, a veces dentro de una familia que se encuentra en riesgo de exclusión social se da una "incompatibilidad" de prestaciones y hay algún miembro que se queda sin recibir la ayuda. Este plan estratégico solucionará este tipo de obstáculos porque permitirá tener una "historia social única y compartida", explica Monreal.

Lo dice también Francina Alsina: "Nos gusta este plan porque, además de poner a la persona en el centro, permite avanzar en una atención comunitaria, transversal e integral". Y en la misma línea se posiciona Conchita Peña: "Con este plan los servicios sociales salen del asistencialismo y se configuran como un derecho social". Así, según Peña, con este plan los trabajadores sociales dejarán de ser meroes "facilitadores de recursos" y se pondrá más en valor su profesión.

Transformación digital

Pero, además, este plan prevé una transformación digital para simplificar la burocratización de la que carece el sistema, la elaboración de un libro blanco de las profesiones sociales y los nuevos perfiles profesionales emergentes del sector. También aumentar la intervención preventiva en infancia y juventud, reforzar las prestaciones de acompañamiento en la vida adulta, promoción de la acogida familiar, y una actualización de la cartera de servicios son otras acciones previstas a desarrollar y concretar en los próximos meses.

Este nuevo plan se debatirá durante los próximos cuatro meses y se espera que el Govern lo pueda aprobar a principios del próximo año, previsiones, no obstante, que se podrían ver afectadas por la situación política en Catalunya y España, aunque El Homrani ha indicado que trabajan con la perspectiva de que están "en mandato" y se sigue con normalidad la acción de gobierno.

Ratio de trabajadores

Otro de los puntos negativos que perciben las entidades es que este plan "retrotrae" a Catalunya a la ley de servicios sociales del 2007. Es verdad que hubo una crisis, pero es siempre la excusa. Este plan es una continuación de aquella ley. Aunque sí veo un compromiso de poner en marcha de verdad esta ley y actualizarla", dice por su parte Maria Rosa Monreal. Monreal pide, además, una "revisión diagnóstica" de la ratio de educadores sociales (aunque la contratación de más profesionales es competencia de los municipios y no de la Generalitat), pues hay "puntos calientes" del territorio con pocos trabajadores. "La ratio debería ser también por necesidades sociales, no solo por habitantes", apunta.