Una versión más accesible

El IEC publica la nueva gramática básica del catalán, más "flexible"

La edición simplificada de la 'Gramàtica' normativa del 2016 para el usuario general evita la dicotomía correcto/incorrecto e indica las formas adecuadas o no adecaudas en contextos formales o coloquiales

La nueva 'Gramàtica bàsica i dús de la llengua catalana'.

La nueva 'Gramàtica bàsica i dús de la llengua catalana'. / FERRAN NADEU

Ernest Alós

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El usuario de una lengua, y aún más en un caso como el del catalán, con generaciones enteras no escolarizados en ella y en contacto con otro idioma como el castellano, necesita saber qué uso es correcto y cuál no. Pero tampoco se somete, en el uso diario y coloquial de su idioma, a una norma rígida. Desde la publicación de la 'Gramàtica de la Llengua Catalana' del Institut d’Estudis Catalans en el 2016, la academia de la lengua catalana ha intentado reflejar en sus obras esta doble realidad. Aunque no sea fácil hacer entender este planteamiento «mucho más flexible y mucho más adecuado a la realidad», en palabras de Maria Josep Cuenca, directora de la versión dirigida al usuario cotidiano, la 'Gramàtica bàsica i d’ús de la llengua catalana', que este lunes se ha presentado en la Setmana del Llibre en Català y que salió a la venta la semana pasada.

El resultado de esta «concepción mucho más moderna» de cómo elaborar y difundir una gramática a la vez descriptiva y normativa ha generado una resistencia, particularmente activa en las redes, cuyo éxito probablemente se debe a la necesidad del hablante de disponer de un instrucciones simples y unívocas. La filosofía de la nueva obra de consulta, de 578 páginas, la mitad que la 'Gramàtica' del 2016, con menos tecnicismos lingüísticos -dentro de un orden: en lugar de 'formes verbals rizotòniques' se habla de 'formes verbals amb accent al radical'- y más cuadros y ejemplos, intenta satisfacer la simplicidad, pero no convertirse en el catecismo lingüístico que algunos parecen añorar.

«La gramática es más compleja que el binarismo entre correcto y no correcto, la inseguridad lingüística que demuestra esta necesidad es un síntoma de anormalidad , de inseguridad lingüística en una situación de interferencia, que el determinado momento se tiene que dar por superada», argumenta Cuenca. Pero hacer comprensible esta geometría variable de la lengua normativa reclama también una forma simple de explicar cómo «unos usos son adecuados o no adecuados en determinadas situaciones comunicativas, en un registro formal o en otros contextos». De esta forma, las etiquetas normativas se han reducido a tres. Formas 'no aceptables', que quedan fuera de la lengua normativa, formas que 'se evitan' en un registro formal y formas 'preferibles' en un contexto formal. O incluso en uno "muy formal", para el que, por ejemplo, quedarían reservados los 'llur' o 'car'.

Se aceptan "formas que pueden ser genuinas pero solo propias del registro informal" y entre las formas 'no aceptables' se incluyen en general las construcciones claramente foráneas. Pero también otras genuinas en catalán pero aberrantes ('Ho donarem a ell', sí; 'Ho donarem an ell', ni hablar, aunque sean una realidad "en el habla espontánea"). Decir 'lo bo', apunta Cuenca, "no es aceptable en los registros formales" pero "se utiliza y se seguirá utilizando en los informales".  

La descripción de la lengua real "parte de los usos formales propios de todos o de la mayoría de las hablas, pero incluye también fenómenos propios de registros muy formales y de los informales y también de situaciones comunicativas concretas", advierte la presentación de la obra. En lo que respecta a las diferentes variantes georgráficas del catalán, la gramática es, recuerda Cuenca, "muy polimórfica", y asume que hay formas que tienen, en su ámbito territorial, el mismo nivel de formalidad que la forma general ('meva' y 'meua', en València, por ejemplo). 

La presentación en cuadros intenta facilitar esta discriminación al hablante. En una tabla, 'No rebutjarem el que prescriuen les lleis' o 'com que no arribaves, me n'he anat' está bajo el epígrafe 'sí', y 'No rebutjarem allò prescrit per les lleis' o 'Com no arribaves', me n'he anat', bajo un claro 'no'. Y 'No té mai prou diners' o 'He convidat la meva mare' corresponden a la columna de los registros formales y en cambio 'no té mai prous diners' o 'he convidat ma mare', al de los registros informales.  Aunque no siempre las cosas son tan fáciles, como sucede con la casuística sobre el uso de 'per' o 'per a' ante infinitivos o sintagmas nominales.

El Institut d'Estudis Catalans ha impulsado desde el 2016, cuando publicó la primera gramática elaborada por su Secció Filològica (a diferencia de la de Fabra, obra de autor aunque asumida como normativa), dos versiones para el usuario no académico. La 'Gramàtica essencial de la llengua catalana', del 2018, una gramática en línea, y ahora la 'Gramàtica bàsica i d'ús', "dirigida al público no especializado y muy específicamente al mundo de la Administración, de los medios de comunicación y de la enseñanza". Su usuario tipo sería el hablante que ha adquirido el nivel de destreza que se supone tras superar el bachillerato.