Temporada de riesgo

Uno de cada cuatro ahogados este verano murió en una playa no vigilada

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Lourdes Barragán

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En mayo ya se advertía que esta sería una temporada de alto riesgo por falta de socorristas. Al menos, así lo pronosticaba AECSA -la Associació d’Empreses Catalanas de Socorrisme Aquàtic- y, visto lo visto, no andaba del todo desencaminada, pues pocos veranos acabaron con tantos ahogados este: con 23 muertes hasta la fecha y sin haber terminado aún la temporada, que va del 15 de junio al 15 de septiembre.

El caso más reciente, el de una mujer de 68 años que se ahogó el miércoles pasado en la playa de Roses, en Alt Empordà, donde sí había servicio de vigilancia aunque por aquel entonces había finalizado ya su turno.

Con un solo ahogamiento más en las próximas dos semanas, este año alcanzaría el récord registrado en el 2012 –24 muertos al finalizar el verano–, aunque el Departament d’Interior explica que la información de esa temporada es aproximada, pues los incidentes se empezaron a contabilizar con más rigurosidad hace un lustro

Segunda en el 'ránking'

Y hay otros datos reveladores: según la información que maneja Protección Civil, seis de las 23 víctimas que el mar se ha cobrado este verano en Catalunya se bañaban en playas no vigiladas. Una cifra que asciende a 10 si contamos los ahogamientos fuera del horario del servicio de vigilancia, como en el caso de Roses.

El Informe Nacional de Ahogamientos realizado por la Federación Española de Salvamento y Socorrismo sitúa a Catalunya, además, como la segunda comunidad autónoma con mayor número de ahogados hasta el pasado 15 de agosto, únicamente superada por la Comunidad Valenciana y seguida de Andalucía, con más superficie de playa. 

En total, existen 352 playas en Catalunya -pudiendo "escaparse alguna cala" de la que las instituciones no tengan constancia-, de las cuales 230 cuentan con servicios de vigilancia mientras que las 122 restantes, no. ¿Bajo qué criterio se decide que unas playas deben tener vigilancia y otras no? Según la jefa del Servei de Gestió d’Emergències de la GeneralitatMontse Font, la decisión depende únicamente de los ayuntamientos de cada localidad.

"En función del presupuesto deciden en qué calas instalar servicios de vigilancia. No todas las costas son iguales, algunas tienen mayor afluencia de turistas, mientras que otras suelen ser de uso local, por lo que hacer un reparto de socorristas por metro cuadrado tampoco sería del todo efectivo", aclara Font.

Síndic de Greuges ha impulsado recientemente una actuación de oficio para estudiar si son suficientes las medidas de vigilancia actuales en las playas.

Faltan 300 socorristas

La distribución de los puntos de vigilancia en las playas queda, por tanto, en manos de cada consistorio. Y luego, generalmente delegan su gestión en la empresa de salvamento contratada. Sin embargo, socorristas como Carlos Parra -portavoz del sindicato Sos Socorristes, que asocia a más de 500 vigilantes de las costas catalanas-, creen que estos criterios podrían mejorarse coordinando su trabajo con el Departament d’Interior y "realizando reuniones conjuntas en invierno para mejorar los protocolos de seguridad". 

Según UGT, en Catalunya debería haber unos 300 socorristas más para garantizar dicha seguridad. Esta cifra, avalada por Sos Socorristes, se ha estimado teniendo en cuenta, por un lado, las playas con menor número de efectivos y, por otro, las de más afluencia, puesto que no hay ninguna ley que determine cómo deben distribuirse los vigilantes en el litoral. Y aquí entra en juego una de las principales reivindicaciones de los socorristas.

"No nos consideramos trabajadores del deporte"

"A la Administración nadie le exige cuántos trabajadores debe haber en la playa, pero un socorrista podría tener que ir a declarar a juicio si alguien se muere o tiene un accidente", explicaba hace unos meses Nicolás Migueiz, coordinador de socorristas en las playas de Catalunya y miembro, al igual que Parra, de Sos Socorristes.

Aunque Migueiz se suscribe a la idea de que no todas las playas son iguales y es complejo decidir qué criterio seguir para establecer servicios de vigilancia -como señalaba la jefa del Servei de Gestió d’Emergències-, sí considera que “si en una playa dejas que haya chiringuitos y actividades náuticas, estás invitando a la gente a venir, y no se entiende que no acompañes esa oferta de ocio con un servicio de vigilancia. En las piscinas públicas, por ejemplo, si no hay socorrista directamente no se abre, por muy poca gente que vaya”. 

Largo camino hacia un convenio autonómico vinculante

En Catalunya, el servicio de socorrismo está coordinado por el Departament d’Esports, en lugar de por el de Interior, como sí ocurre en otras comunidades como Galicia. Los socorristas han criticado esta decisión en numerosas ocasiones, y así lo manifestaron por carta al titular de esta última 'consellería', Miquel Buch, el 6 de agosto del año pasado. "No nos consideramos trabajadores del deporte. Entendemos la relación, pero nuestro trabajo es prevenir accidentes", afirma Migueiz.

La solución, a ojos de Carlos Parra, estaría más cerca con un convenio autonómico vinculante que regule su trabajo en la comunidad, pues se rigen por una normativa estatal sobre actividades "deportivas" que incluye a socorristas en el mismo grupo -aunque en diferentes categorías- que monitores de sala y actividades, coordinadores de 'fitness' o personal de mantenimiento.

El trabajo más esencial es también el más olvidado

Más de <strong>900 rescates</strong>, <strong>5.862 asistencias</strong>, <strong>6.623 atenciones</strong> por picadura de medusa y aproximadamente <strong>21.000 de otras actividades</strong> preventivas fueron realizadas por socorristas y servicios de emergencias el pasado verano, según los datos que el Servei de Gestió d’Emergèncias recopila al finalizar cada temporada estival."Para mi, son sus <strong>grandes logros más desconocidos</strong>", reflexiona Font. <span style="font-size: 1.6rem;">“</span><strong style="font-size: 1.6rem;">El 80% de nuestro trabajo es preventivo</strong><span style="font-size: 1.6rem;">. Alertar de malos hábitos en la playa, procurar la corriente...  Cuando nada ocurre, nadie lo valora. Pero esa es la gran importancia de tener socorristas en la playa”, recuerda Migueiz. </span><span style="font-size: 1.6rem;">En un verano, el equipo de socorristas realiza de media </span><strong style="font-size: 1.6rem;">entre 1000 y 1500 rescates acuáticos</strong><span style="font-size: 1.6rem;">, según explican desde el Servei de Gestió d’Emergèncias. Un trabajo "fundamental" que, para Font, </span><strong style="font-size: 1.6rem;">no siempre es valorado por los usuarios de playa</strong><span style="font-size: 1.6rem;">. En ocasiones, los bañistas </span><a href="https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20060830/los-socorristas-de-bcn-se-quejan-de-las-imprudencias-de-los-banistas-5389889" style="font-size: 1.6rem;" target="_blank">rehuyen incluso de seguir los consejos de los socorristas</a><span style="font-size: 1.6rem;">, quienes a veces pueden enfrentarse a delitos como el de omisión de socorro, lesión e incluso homicidio imprudente. En caso de haber bandera roja la responsabilidad recae, en cambio, en el bañista.</span>