EN BÉLGICA

Derrumbado un puente medieval para que puedan pasar los cruceros

La demolición del puente.

La demolición del puente. / periodico

El Periódico

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A sus 700 años, es uno de los tres puentes militares más antiguos de Europa. Pero pronto dejará de serlo. El Puente de los Agujeros de Tournai (Bélgica) ha empezado su deconstrucción. Las autoridades locales han iniciado el proyecto para desmontar y ampliar la infraestructura y así permitir el paso de cruceros y barcos pesados. El derrumbe, que ha tenido lugar este fin de semana, cuenta ya con la repulsa de varios ministros de Bélgica. 

A finales de enero, el Ayuntamiento de Tournai tomó la decisión de reemplazar su emblemático puente, aunque ya hacía tres años que las autoridades locales lo estaban planeando. Hasta ahora, por el río Scheldt, que cruza el puente, podían transitar barcos de hasta 1.500 toneladas. Cuando acaben las obras, lo podrán hacer barcos de hasta 2.000 toneladas, es decir cruceros y mercancía pesada. Y es que detrás está el proyecto, de más de cuatro millones de euros, para crear de un nuevo canal que conecta este río con el Sena. Tournai no quiere quedarse fuera de este tránsito de naval, que si se hace realidad permitirá unir el Benelux con el puerto francés de El Havre.

Vecinos consternados

Ayer, los vecinos vieron consternados cómo se retiraban las piedras de su centenario puente. Más de 20.000 personas han firmado para paralizar las obras, que de nada ha servido. Hasta el consejo internacional de Monumentos y Sitios había pedido informar a la UNESCO de esta decisión, por el "carácter emblemático" del puente, construido en el siglo XIII. Otros, temen por cómo afectarán las obras al turismo. Mientras, muchos han tirado de ironía y ya le llaman el puente 'Mc Donalds'. Es la forma de 'M' similar a la que le quedará a este puenta una vez culminen las obras para ampliarlo con las mismas piedras con las que fue construido. 

Una de las personas en quejarse ha sido la ministra belga de Energía y Medio Ambiente, Marie-Christine Marghem. Acosó al alcalde y al consejo municipal de ser "aguafiestas" y de "no tener empatía". "Atacan un monumento sin un procedimiento de herencia previo", señaló. Además, constató que "las piedras que fueron retiradas no estaban numeradas", mientras que algunos medios locales señalaron que algunas cayeron al río. 

Con las mismas piedras

Es especialmente polémico porque el responsable de las obras se comprometió a descomponer el puente. En vez de destruirlo y optar por una construcción moderna, quiere volver a colocar las mismas piedras para que logre una forma "prácticamente idéntica" a la que ya tenía. De momento este fin de semana los vecinos presenciaban el derrumbe con cierto pasmo y al son de un violín. Como si de un entierro se tratara.