EL DUEÑO MURIÓ SIN COBRARLO

Acusado un lotero de quedarse con un boleto premiado con 4,7 millones

Une investigación policial desvela el auténtico propietario del premio multimillonario de una Primitiva

Manuel Reija, en su administración de lotería.

Manuel Reija, en su administración de lotería. / periodico

El Periódico / Efe

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Una investigación policial ha desvelado, siete años después, la supuesta estafa de un lotero al propietario de un boleto de la Lotería Primitiva que resultó premiado con más de 4,7 millones de euros. 

La historia comenzó hace siete años, un hombre jugó cuatro boletos a la Primitiva en una administración de Loterías de un centro comercial en A Coruña. Días más tarde, el jugador acudió a otra administración a preguntar si sus boletos habían resultado premiados.

Entregó cuatro boletos y el lotero, Manuel Reija, le devolvió tres. Tan solo le pagó tres euros por un premio muy menor de uno de ellos y el hombre se fue a su casa.

Días más tarde, el 30 de junio de 2012, la Administración de Loterías número 44 situada en un Carrefour de A Coruña, recibe el aviso de que había sellado de manera automática un boleto de primitiva ganador. Y el ganador no aparece.

La legislación obliga a publicar el caso en el Boletín Oficial de la Provincia para ver si aparece el ganador. Reija anuncia que lo ha encontrado por casualidad olvidado, lo ha metido en la máquina y ha descubierto que estaba premiado con 4.722.337,75 euros. Y cómo no, lo deposita en la sede provincial, cuyo director es su hermano, y se postula para cobrar el premio.

Los servicios jurídicos de la Sociedad Estatal de Loterías inician un expediente y encargan una investigación sobre el caso al juzgado número 13 de A Coruña, que acaba en manos policiales.

Sin poder acreditar la identidad

Y los investigadores descubren que el agraciado era un hombre que ya ha fallecido y que estaba "desesperado al no poder acreditar su legitimidad" sobre el boleto agraciado, cuya propiedad han reclamado a lo largo de los siete años de investigaciones cientos de personas. Ni el análisis de huellas dactilares del boleto reveló nada e incluso tres personas llevan el caso a los tribunales, que desestiman entregar el premio a falta de una prueba concluyente.

La perseverancia del hombre que después falleció y los detalles aportados han resultado ser al final "perfectamente parejos", "y no una mera casualidad", según refleja el reciente informe policial sobre el caso, desvelado por la agencia Efe, y en el cual se menciona la posible responsabilidad del dueño de una administración en todo lo acontecido.

Los agentes sospechan del lotero de la segunda administración porque han logrado confirmar que entre la combinación premiada y la siguiente, abonada con tres euros, solo habían pasado dos segundos, tal y como había descrito en su día el fallecido.

Posible engaño

Así, el informe concluye que el gerente del establecimiento pudo practicar un "engaño" para "apropiarse del boleto premiado", aunque el lotero asegurase en aquel momento que se había encontrado el billete solo en su establecimiento encima del mostrador y que antes de tirarlo comprobó si había sido agraciado.

El responsable del establecimiento en el que se localizó en su momento la millonaria apuesta, Manuel Reija, ha asegurado que su conciencia está muy tranquila y que declarará ante el juez para esclarecer este asunto, ya que, ha defendido ante la prensa, "todo tiene una explicación".