La fiscalía pide atestados más detallados para poder condenar a los conductores drogados

La Fiscalía de Seguridad Vial ha dado orden a las policías de Tráfico para que, a partir de este viernes, en los controles de drogas, además de realizar la prueba de saliva, rellenen un exhaustivo “acta de signos” sobre el comportamiento del conductor, el estado de su pupila, sus reacciones y respuestas a una serie de pruebas, con el fin de determinar si ha consumido sustancias estupefacientes y remitir al juzgado aquellos casos en los que haya habido un accidente, conducción irregular o infracción, o cuando concurran una serie de signos externos que evidencien que se ha visto afectada la conducción precisamente por la ingesta de sustancias ilegales.

Asimismo, en su oficio, el fiscal coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, pide a los agentes que, “atendiendo a los criterios de proporcionalidad y necesidad”, graben imágenes del sujeto en cuestión que puedan servir para constatar delante del juez que efectivamente sus condiciones normales estaban alteradas.

Pocas condenas

Con estas medidas, el Ministerio Público pretende reforzar la escasa respuesta penal a esta conducta, ya que el año pasado sólo el 0,5% de los positivos detectados en los controles de drogas, es decir 251 de 49.890, se derivaron al juzgado. El resto se quedaron en una sanción administrativa, que asciende a 1.000 euros y la pérdida de seis puntos del carné. Esto se traduce en que de las 56.173 condenas por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, menos de 200 fueron por el segundo motivo.

El problema radica en que, ante el consenso científico, en el 2007 se introdujo en el Código Penal la tasa de alcoholemia a partir de la cual se ven afectadas las facultades psicofísicas del sujeto para conducir y por tanto se considera delito. Pero la “ciencia no ha conseguido” determinar, según explicó Vargas en rueda de prensa, una tasa similar para las drogas, por lo que el Ministerio Fiscal ha considera necesario que los agentes remitan al juez elementos adicionales que le permitan determinar si concurre o no el ilícito penal.

Las pruebas en los controles

Para ello y después de “años de investigación”, en los que se ha revisado los atestados que elaboran otras policías, la fiscalía ha elaborado un “acta de signos” única y estandarizada en la que los agentes indicarán el comportamiento del conductor, su coordinación verbal, su capacidad de concentración, su percepción visual o auditiva, para lo cual le realizarán serie de pruebas como contar de dos en dos, leer una serie de letras, etc.

El intento de reforzar la vía penal viene motivado porque cada vez son más los accidentes provocados por la ingesta de drogas. Así, un reciente informe del Instituto de Toxicología revela que casi se ha doblado el porcentaje de conductores fallecidos que dieron positivo al consumo de estupefacientes en una década, al pasar del 10,7% al 19,1% en el 2018. El porcentaje de positivos por alcoholemia, por el contrario, ha descendido casi cinco puntos desde el 2008.