OTROS DOS HOMBRES PARTICIPARON

Condenado a 20 años de cárcel por violar en grupo a una menor tutelada

La Audiencia de Barcelona

La Audiencia de Barcelona / periodico

J. G. Albalat

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Otra agresión sexual grupal y otra dura condena. La Audiencia de Barcelona ha impuesto 20 años de prisión a Cristobal G. N. por violar en julio de 2015, durante las fiestas del barrio del Carmel de Barcelona, a una menor de 13 años que se había escapado de un centro de la Generalitat que ostentaba su tutela por desamparo familiar. Abusó de la chica junto con dos amigos suyos, David Dario A. y Julio César M., para quienes se celebró un primer juicio y que hace unos días  fueron condenados a 18 años y medio de cárcel. Él no pudo ser juzgado entonces porque estaba fugado.

La sentencia relata que durante la noche de 27 de junio del 2015, la menor se escapó del centro de acogida donde residía desde hacía dos meses, cuando la Dirección General d'Atenció a la Infància y Adolescència (DGAIA) acordó el dewsamparo. La noche del 5 al 6 de julio de ese año, la víctima acudió a la fiesta del barrio del Carmel, donde consumió alcohol y drogas y conoció. Una vez allí, se acercaron a ella y una amiga los tres procesados que les propusieron ir a piso de uno de ellos para seguir bebiendo y fumando porros. Las dos muchachas aceptaron.

Al llegar a la vivienda, continuaron bebiendo y fumando hachís, hasta que la amiga se fue a una habitación y se quedó dormida. Poco después, según el tribunal, Cristobal invitó a la víctima a ir a otra estancia a descansar. Ella accedió porque estaba muy cansada. Una vez en el interior, la menor vio que detrás de ella habían entrado los tres acusados, indicándole uno de ellos que se tumbara en la cama. Ante su negativa, le propinó un fuerte empujon. Después, los acusados la inmovilizaron, la desnudadron, "mientras ella intentaba resistirse y gritar", y la violaron repetidamente uno a uno. Dos la sujetaban y el otro la penetraba. Esa misma noche, la chica volvió a la centro del que se había escapado. 

Testimonio "verosímil"

La sentencia apunta que el testimonio de la víctima es "plenamente verosímil" y permite "desvirtuar la presunción de inocencia del acusado" porque su relato ha sido "persistente durante toda la tramitación de la causa", con la particularidad de que el juicio ha debido celebrarse en dos ocasiones. "La menor narra los hechos de forma espontánea", añade la resolución, que estima el relato de la víctima "persistente en la secuencia de los hechos y en la identificación de los autores".

Por ello, Cristóbal G. N., que se encuentra en prisión provisional desde finales de abril de 2019, ha sido condenado como autor criminalmente responsable de un delito continuado de agresión sexual, aunque el tribunal lo ha absuelto de un delito leve de lesiones por el que venía siendo acusado al considerar que la violencia "ya ha sido valorada como la necesaria para calificar los hechos enjuiciados como agresión sexual". Además de la pena y la indemnización, la sentencia impone al acusado la medida de seguridad de diez años de libertad vigilada que deberá ejecutarse con posterioridad al cumplimiento de la pena de prisión impuesta.