EL MAL USO DE UNA TRAGEDIA

La mecha de la política basura prendió en Horta de Sant Joan

Carles Font, delta cero

Carles Font, delta cero / periodico

Rafa Julve

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El 27 de abril del 2009 Telecinco estrenaba ‘Sálvame’, programa de chismorreos que rápidamente fue etiquetado por la intelectualidad como referente de la telebasura. Casi un año después, el Parlament se convirtió en un plató repleto de porquería partidista en el que algunos protagonistas demostraron tener menos escrúpulos que los tertulianos del espacio que presenta Jorge Javier Vázquez. El <strong>incendio de Horta de Sant Joan</strong> y su comisión de investigación en el Parlament prendieron la mecha de la política basura con un espectáculo bochornoso en la Cámara catalana que albergó 46 comparecencias y 50 horas de trifulca. Del 8 de febrero al 18 de marzo del 2010 los bomberos quedaron cuestionados y el Govern de José Montilla, a los pies de los caballos.

Por aquellas fechas mandaba en la Generalitat el tripartito formado por el PSC, ERC e ICV-EUiA y, aunque los republicanos también se habían llevado algún sopapo en la figura de Lluís Salvadó, entonces delegado del Govern en las Terres de l’Ebre, quienes más golpes encajaron fueron los ecosocialistas. El ‘conseller’ de Interior del momento, Joan Saura, se convirtió en blanco de un alud de críticas que se iban acumulando por distintos motivos: CiU, PP y Cs llevaban una buena temporada atizándole sin clemencia, ya fuera por las cargas de los Mossos en las manifestaciones estudiantiles contra el plan de Bolonia (marzo del 2009); por la gestión del incendio en que murieron cinco bomberos (julio del 2009) o por la intensa nevada que dejó incomunicada media Catalunya (7 y 8 de marzo del 2010). En todos los casos se le acusaba de mala previsión y nefasta reacción.

Para más inri y mayor arsenal a favor de nacionalistas y populares, al cúmulo de desgracias y despropósitos en torno al incendio de Horta de Sant Joan se añadió un informe de los agentes forestales que sostenía que las llamas las originó un rayo caído seis días antes; hipótesis que quedó destrozada en enero del 2010, cuando los Mossos detuvieron a dos bomberos voluntarios como presuntos autores del fuego, lo que puso en un brete al también ecosocialista y ‘conseller’ de Medi Ambient, Francesc Baltasar, por haber difundido una tesis falsa.

"Si nos engañaron con la causa del incendio, ¿hasta qué punto tenemos que creernos su versión [sobre la gestión de la extinción del fuego]?", se despachó contra Baltasar y Saura en la comisión de investigación Xavier Pallarès, entonces diputado de CiU y alcalde de Arnes. Al contrario que en el reciente incendio de la Ribera d’Ebre, donde los municipios de las 5.000 hectáreas afectadas están gobernados por los mismos colores del Ejecutivo autonómico, hace una década los convergentes seguían mandando en aquellas poblaciones de Els Ports (1.100 hectáreas quemadas) pero aguardaban en la oposición del Parlament. Desde ambos estrados se desgañitaban contra Interior y contra el dispositivo de los bomberos.

Desde las alcaldías de la zona y desde la oposición en el Parlament, CiU se desgañitó contra Saura

Tanto quien escribe este texto como otros periodistas que también se desplazaron a la zona durante el fatídico incendio del 2009 pudieron ver a dirigentes convergentes como Felip Puig y Artur Mas paseándose por Horta acompañados ufanos de una amplia comitiva cual los ‘reservoir dogs’, sabedores de que el tripartito tenía mucho que perder. "El descontrol y la falta de un mando en el momento en que el fuego se reavivó fue la causa de las muertes", espetó Puig meses después. Tertulianos afines a la oposición propagaron el rumor de que hubo responsables políticos y/o de bomberos que estuvieron tomando chupitos y carajillos mientras ardía el bosque y algún medio difundió un vídeo con supuestos audios e imágenes del fuego de Horta que la ‘conselleria’ desmintió denunciando que algunas escenas correspondían a otro incendio. ‘Fake news’.

Valía todo, y así lo vivieron en sus carnes la veintena de bomberos que desfilaron por la comisión parlamentaria. De aquellos trabajos salieron aprobadas 66 medidas de mejora para la extinción de incendios (algunas ya previstas anteriormente) e Interior destinó 11 millones de euros para una primera fase. Se concretó la instalación de una red de transmisión de imágenes para los medios aéreos para mejorar la visión del fuego; se compraron más emisoras con GPS, se reforzaron los medios de transporte… pero aun así el pim pam pum político dejó arrasado el ambiente.

Especialmente dolorosa fue la comparecencia del jefe que comandaba el operativo cuando un inesperado remolino de fuego engulló a los bomberos. El Delta Cero Carles Font no pudo contener las lágrimas ante algunos partidos y medios de comunicación que llevaban tiempo sometiéndole a un "juicio público" repleto de "mentiras crueles" que cuestionaban su profesionalidad. Políticos y polemistas, que se habían aprendido cuatro tecnicismos, hablaban como si supieran más de apagar incendios que los propios bomberos, y Delta Cero fue su chivo expiatorio. Nadie le pidió disculpas públicamente cuando la justicia lo exculpó.

Comparecencia de Carles Font, Delta Cero, en la comisión de investigación del incendio de Horta de Sant Joan en el Parlament, el 1 de marzo del 2010

Comparecencia de Carles Font, Delta Cero, en la comisión de investigación del incendio de Horta de Sant Joan en el Parlament, el 1 de marzo del 2010. / periodico

Cinco GEO catalanes de los fuegos, los GRAF, negaron en el Parlament que hubiera relajación o descoordinación el día fatídico, aunque otros compañeros sí denunciaron falta de medios y "errores de planificación" y de organización. En lo que todos coincidieron fue en denostar el uso partidista del caso en lugar de dejar el análisis y las conclusiones en manos de los especialistas. "Estamos aquí no por el fuego de Horta, sino para hablar de otro incendio que parece que ha sido intencionado. ‘Elecciones 2010’ es el nombre de ese incendio", arremetió en la Cámara catalana el coordinador de los GRAF en el fuego de Horta, Ricard Expósito. Unos meses después CiU ganó los comicios autonómicos y tuvo al PP como socio hasta que prendió el ‘procés’. Artur Mas relevó a José Montilla como ‘president’, Felip Puig sustituyó a Joan Saura al frente de Interior y Xavier Pallarès se convirtió en delegado de la Generalitat en las Terres de l’Ebre. Los bomberos siguen reclamando más medios.