La Ribera d'Ebre se conjura para "rebrotar" tras el incendio

La noche del viernes al sábado los bomberos y los miembros de la Unidad de Emergencias Especiales (UME) consiguieron contener el perímetro del incendio en la Ribera d'Ebre, que se mantiene en los 50 kilómetros, y estabilizar el 90% del mismo. Aunque sin llama ni humo, seguía activa una pequeña parte en el noroeste, controlada de cerca por una decena de dotaciones de bomberos para evitar rebrotes en las horas de máxima calor.

Con el fuego prácticamente controlado y una más que probable extinción total entre la noche del sábado y las primeras horas del domingo, los alcaldes ya empiezan a pensar en el día después. Las autoridades de la zona se han reunido este sábado por la mañana con el ‘conseller’ de Interior, Miquel Buch, para declarar la zona catastrófica. La alcaldesa de Vinebre, Gemma Carim, ha explicado que el Govern y los representantes de los municipios están "alineados" y ha avanzado que "se hará todo lo que se pueda en beneficio de los afectados". En el caso de Vinebre, con unas 768 hectáreas arrasadas por las llamadas, solo hubo nueve evacuados, todos de nacionalidad británica. "Estaban pasando unos días en una masía, fueron alojados en Flix y ahora ya están de camino a casa", ha puntualizado la también presidenta del consejo comarcal de la Ribera d’Ebre, quien ha agradecido las muestras de solidaridad recibidas por empresas, particulares y plataformas surgidas en redes sociales como ‘Rebrotem’. Se trata de una iniciativa social que ha calificado de "excelente" y que utilizarán a partir de la próximas semanas para "canalizar todas las ayudas". Esta plataforma, nacida en Twitter, comenzó con un llamamiento para colaborar en la recuperación de la granja quemada en Torre de l’Espanyol y ahora aglutina diferentes acciones dirigidas a devolver la normalidad en los pueblos afectados, incluyendo festivales de poesía y música benéficos.

Olivos y almendros calcinados

Las autoridades se reunirán el próximo martes, ha adelantado la alcaldesa de Vinebre, quien se ha puesto al servicio de todos los vecinos afectados, principalmente propietarios de terrenos de olivos y almendros calcinados por el fuego. En esta misma línea, el alcalde de Flix, Francesc Barbero, reconoce que todavía no han tenido tiempo para hacer "una evaluación detallada de los daños" pero entiende que serán cuantiosos, por lo que han iniciado los contactos necesarios para solucitar "ayudas públicas". "Nos gustaría que no fuera necesario –ha continuado Barbero- pero las primeras impresiones son suficientemente malas como plantearnos este escenario de ayudas públicas o cualquier programa que nos ayude a enderezar la situación en los próximos meses y años".

Flix, con 4.000 de las 6.000 hectáreas quemadas, es la población más castigada por el fuego y toca hacer autocrítica, por el estado y las actividades que se desarrollaban en esos terrenos. "El reto ahora es levantar Flix, rebrotar y plantear nuevas oportunidades  y sinergias agroforestales, y que no se repita en un futuro", ha dicho el alcalde, quien ha destacado la solidaridad de los ‘fleixenses’, que han respondido con creces a las diferentes colectas de alimentos y productos de primera necesidad para el medio centenar de alojados en un colegio de primaria de Flix.

Muchos vecinos de Flix todavía no han podido entrar en sus fincas o granjas. Su alcalde entiende la preocupación de los afectados que "quieren saber cómo están sus propiedades". En este sentido, el responsable de Protecció Civil de Terres de l’Ebre, Miquel Alonso, ha explicado que entre el domingo y el lunes, siempre y cuando Bombers den permiso, accederán a las fincas para hacer fotografías que podrán ver sus propietarios. 

Las otras poblaciones más afectadas por el incendio, el más dañino de los últimos 20 años en Catalunya, son Bovera (350 hectáreas), La Palma d’Ebre (273 hectáreas), Maials (191 hectáreas), La Torre de l’Espanyol (170 hectáreas) , La Granadella (47 hectáreas) y Llardecans (27 hectáreas), según datos del Departament d’Agricultura de la Generalitat.

Bomberos bajo mínimos

El cuarto día de incendio ha supuesto "mucho desgaste físico" para los efectivos humanos, según palabras del inspector  Ramos. Una veintena de bomberos han debido ser atendidos, dos de los cuales incluso fueron hospitalizados con carácter leve y ya han sido dados de altas. La catástrofe en Ribera d’Ebre hizo saltar todas las alarmas y puso en evidencia la falta de efectivos, cubierta en buena parte por el cuarto batallón de la UME, desplazado el mismo miércoles a la zona.  

Los sindicatos  de los bomberos llevan años denunciando la falta de efectivos. “Muchos bomberos han estado doblando horarios en Ribera d’Ebre por falta de persona”, explica el delegado sindical de los bomberos Marc Guix, de CCOO, quien denuncia que este incendio forestal se habría podido atajar en las primeras horas si hubiera existido una Columna Móvil, un dispositivo formado por tres vehículos con bombas rurales y un vehículo ligero. “El 2019 es el primer año sin este dispositivo. Hasta el año pasado cada una de las siete regiones de emergencias de Catalunya disponía de una Columna Móvil, que permite llegar a la zona con unas 15 personas y descargar unos 10.000 litros. De esta manera el fuego puede crecer pero poco a poco y es más fácil de contener”, asegura el portavoz sindical.

Otro incendio similar habría hecho necesario redistribuir los efectivos, con todo el peligro que eso implica. "Ahora mismo somos 2.093 bomberos operativos en toda Catalunya y consideramos que necesitaríamos unos 2.800 como mínimo. Teniendo en cuenta que hasta el 2021 se jubilan unos 680 compañeros, la situación es dramática... Y la entrada de nuevos efectivos no será posible hasta dentro de dos años, pues primero tendrán que hacer las oposiciones y formarse", añade Guix, muy crítico con la situación del cuerpo de bomberos.