Los invisibles del Orgullo

El Pride no les representa. Son organizaciones de lesbianas, transexuales, asexuales o gais que prefieren la marcha de la Comissió Unitària 28 Juny. Comienza este sábado a las 18.30 horas en plaza Universitat, media hora después del desfile que recorrerá Paral·lel y la plaza de Espanya. Eligen el desfile heredero de la primera manifestación del Orgullo Gay en territorio español; fue en Barcelona en 1977. Algunos participarán en ambas marchas y otros creen que en el desfile del Orgullo no se les ha perdido nada.

"No llegan a todos los colectivos, como las personas migradas o las trabajadoras sexuales trans, que no tienen los mismos derechos y están invisibilizadas", opina Elena Longares, miembro Lesbicat, colectivo de mujeres lesbianas, bisexuales y pansexuales de Catalunya. La entidad reclama que los actos del colectivo LGTBI se hagan desde la mirada feminista: "Existe una hegemonía masculina como en cualquier espacio", critica.

Lesbicat denuncia que muchas agresiones que sufren las mujeres lesbianas y bisexuales quedan silenciadas: "El acoso callejero cuando vamos en pareja es escandaloso", comenta. Esta estigmatización se extiende a otros ámbitos, como el sanitario: "Se nos niegan ciertas pruebas porque creen que nuestro sexo no es sexo y que no puede pasar nada", explica. Rechazan participar en el Pride porque "lo organiza una asociación empresarial y el componente reivindicativo es muy limitado", añade. El desfile del Orgullo está impulsado por la Asociación Catalana de Empresas para Gays y Lesbianas.

Tasa de paro del 85%

"Nos encantaría tomar unas cervezas en el Pride pero no tenemos dinero", lamenta Gina Serra, presidenta de la Associació de Transexuals, Intersexuals i Transgèneres de Catalunya. Señala que la tasa de paro de las mujeres trans ronda el 85%: "Tenemos problemas para subsistir. Muchas personas con estudios medios y superiores no encuentran trabajo a causa de la discriminación", denuncia. "Antes solo teníamos salida en la prostitución y la noche. Ahora también en la administración pública pero es difícil en la empresa privada", añade.

Serra cree que los transexuales están en "una segunda fila del colectivo LGTBI". Varias mujeres trans encabezaron la manifestación Comissió Unitària el año pasado: "Es la protesta reivindicativa y tenemos muchos derechos por los que luchar", subraya. Su asociación reclama la reforma de la ley de identidad de género facilite el cambio de identidad "sin pasar por un psicólogo".

Ambiente sexualizado

"La manifestación histórica es un ambiente más amigable para la comunidad asexual y defiende la diversidad" comenta Pablo Ortiz, presidente de la Associació Catalana d’Asexuals. Reconoce que algunos compañeros pueden sentirse incómodos en el Pride: "Se genera un ambiente muy sexualizado y no es agradable para nosotros", explica.

El colectivo asexual pide la creación de espacios seguros en el desfile del Orgullo LGTBI aunque hace autocrítica: "Si hubiera iniciativas para crearlos, la organización del Pride las apoyaría. Somos nosotros quienes debemos implicarnos para conseguir algo", reconoce. Ortiz acudirá a ambas manifestaciones con su bandera: "Nunca he sentido rechazo en el Pride", reconoce.

La protesta histórica

El Front d’Alliberament Gai de Catalunya (FAGC) es quien organizó la primera manifestación española del Orgullo Gay en las Ramblas. Corría el año 1977 y acabó con cargas policiales "en un contexto de ilegalidad y de enfermedad según la OMS", señala Eugeni Rodríguez, portavoz de la FAGC. Conocida como la manifestación histórica, celebra 42 años y el sábado desfilará con la pancarta ‘50 anys de Stonewall. Seguim la revolta’.

"Es una marcha reivindicativa, festiva, disidente y no lucrativa que visibiliza la diversidad y los derechos y libertades conseguidos y los que quedan por conquistar", explica Rodríguez. Este año denunciarán el auge de la extrema derecha: "Nos preocupan las agresiones de jóvenes a personas LGTBI respaldados por el discurso de la ultra derecha", agrega.

Es el segundo año que la fiesta del Orgullo coincide con la manifestación de la Comissió Unitària. Antes el Pride era el primer fin de semana de julio. La FAGC teme perder asistentes aunque se aleja de la confrontación: "Animamos a la gente a salir a la calle, a la manifestación que sea, y a denunciar el fascismo y la injusticia". La marcha acabará con una fiesta en plaça Universitat y contará con el primer puesto de atención a la víctima dirigida a todos los que sufran una agresión en cualquier punto de la ciudad.