Càritas afronta el 2019 con menos fondos y más familias necesitadas

Cáritas Diocesana de Barcelona afronta su labor social con graves dificultades. Las empresas han reducido sus donaciones en casi un millón de euros. Sin embargo las familias necesitadas que viven en la exclusión social no dejan de crecer situándose hasta superar los 13.300 hogares, cifras similares en la época de la crisis. "Las empresas ven que se reactiva la economía, pero nosotros constatamos que esta recuperación no llega a todo el mundo", ha sentenciado el presidente de la entidad, Salvador Busquets.

Panorama desolador, una vez más, el que ha radiografiado Cáritas Diocesana de Barcelona. En lo que llevamos de año ya han llegado a 13.225 hogares. Si lo comparamos con el 2013, suponen un aumento del 39%. "Si no contamos los peores años de la crisis, estamos en cifras nunca vistas", ha señalado Miriam Feu, responsable de anàlisi social e incidencia de la entidad. "Pensábamos que tras la crisis las necesidades bajarían, pero es impensable, hay muchas personas a las que atender", ha añadido Busquets. 

El problema es que, de un año a otro, las aportaciones económicas han bajado. De 3,8 millones de euros que aportaban las empresas en el 2017, a 2,8 millones en el 2018. "Hemos tenido que corregir y ser mas conscientes de las aportaciones enonómicas que damos", ha asegurado Busquets. El responsable ha explicado este descenso porque hay empresas que han vuelto a invertir en el tercer mundo después de haber 'superado' la crisis. "La realidad nos dice que la bolsa de pobreza se ha engrandecido y es mucho más intensa", ha dicho Busquets.

Las ayudas economicas proporcionadas ya suman los 4 millones de euros. En 10 años se han multiplicado por cuatro estas aportaciones. La mitade los fondos se han destinado a pagar una vivienda, pero por ejemplo, uno de cada tres euros se destina a pagar la comida.

Uno de los principales problemas que detecta Cáritas es la falta de una vivienda digna. Casi el 60% de las familias atendidas están en esta situación. Ya sea en habitaciones de realquiler, que crecen en 5 puntos respecto al año anterior, en casas de amigos, de ocupas o, directamente, sin vivienda, que pasa del 5% al 8% del total. "Necesitamos que todas las administraciones hagan un pacto ya para garantizar la vivienda digna", ha implorado Busquets. 

A la entidad le preocupa especialmente la presencia de personas migrantes y refugiadas que se quedan, directamente, en la calle y sin recursos. El año pasado fueron el 66% de los atendidos. En lo que llevamos de año ya son el 70%. La mayoría, personas que han venido de la América Latina y Central, como Venezuela o El Salvador. A una ínfima parte de los refugiados les han concedido el asilo.