fenómeno en alza

Crece en España el 'sugar dating', una versión encubierta de prostitución

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Gisela Macedo

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Viajes gratis, cenas en lujosos restaurantes, estudios pagados y regalos caros. Estos son algunos de los beneficios que puede tener un ‘sugar baby’ cuando pacta un “acuerdo” con un ‘sugar daddy’ o una ‘sugar mommy’. ¿Le suenan estos conceptos? Se trata del fenómeno 'sugar dating', un supuesto modelo de relación con contrato al que cada vez más personas se suman.

En una sociedad capitalista como la actual, parecía que solo era cuestión de tiempo que se pudiera incluso llegar a “comprar” una pareja o acompañante. El fenómeno no está muy lejos de ser una forma más de prostitución. El ‘sugar dating’ es una versión adornada y edulcorada de los hasta ahora conocidos como 'escorts', en la que jóvenes con recursos económicos modestos prestan su compañía -o algo más- a otra persona a cambio de dinero.

'Babies' atractivos y 'daddies' adinerados

El ‘sugar baby’ es la persona joven que ofrece su compañía a cambio de una contraprestación que, además de las ya nombradas, puede incluir un sueldo mensual o la apertura de una cuenta de inversiones. Un ‘sugar daddy’ o ‘sugar mommy’ es un hombre o mujer con un estatus económico elevado que desea ser acompañado o acompañada por alguien joven y atractivo.

La plataforma más popular para poner en contacto estos actores es 'Seeking Arrangement', que se traduciría como “buscando un acuerdo”. Desde esta página web, que también dispone de una aplicación para dispositivos móviles, aseguran cuentan con 20 millones de miembros registrados repartidos por 139 países de todo el mundo.

La web fue creada en el año 2006 por Brandon Wade, quien ha explicado, en varias entrevistas, que la idea surgió en su propio beneficio. En declaraciones para la revista 'Vice', Wade relató que cuando era universitario le costaba mucho encontrar pareja y su madre le decía que se centrara en los estudios y no se preocupara por las chicas, porque algún día triunfaría y entonces dejaría de tener problemas para ligar. A partir de esta afirmación surgió la idea del 'sugar dating', que Wade define como una relación más, en la que el 'sugar daddy' o 'mommy' se dedica a "mimar" a su 'sugar baby'.

España es el quinto país con más usuarios

Según fuentes de la propia página, el ‘top five’ de países en los que hay más miembros registrados son, en este orden: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y España. De hecho, en nuestro país hay un total de 400.000 personas registradas, una cifra que según afirman fuentes de 'Seeking' crece año tras año. De todos estos, 307.000 son ‘sugar babies’ -el 84% chicas-, 80.000 son ‘sugar daddies’ y 13.000 ‘sugar mommys’. Las ciudades españolas con más usuarios son Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia.

La edad media de los ‘sugar babies’ registrados es de 27 años, mientras que la media entre los ‘sugar daddies’ y ‘mommys’ es de 44 años, según ha informado 'Seeking' a este periódico. Los primeros pueden utilizar la plataforma de manera gratuita, mientras que los segundos deben pagar una cuota de unos 70 euros al mes para poder hablar con los 'sugar babies'.

En España la prostitución no es delito, pero sí lo es lucrarse de que un tercero la ejerza. El Fiscal Delegado de Criminalidad Informática, Roberto Valverde, alerta de que 'Seeking' está “jugando con el límite de promover la prostitución”. El Código Penal también recoge como delito el hecho de facilitar la prostitución de menores de edad, y lo cierto es que en 'Seeking' es fácil mentir sobre la misma en el momento de darse de alta. “Si se determina que la página no tiene una política de control de edad adecuada y, gracias a ella, un menor de edad recibe dinero por sexo, se podría llegar a cerrar la página y sacar responsabilidades penales a sus responsables”, indica el fiscal en una entrevista con este diario.

Seis meses siendo un 'sugar daddy'

Miguel, nombre ficticio, es un empresario de 39 años que entró en 'Seeking Arrangement' tras descubrir la página a través de sus amigos inversores, a quienes siempre veía muy bien acompañados. “Cuando quedaba con mis colegas fuera del trabajo, siempre se presentaban con chicas jóvenes y espectaculares”, explica.

"Lo que más me gusta de estas chicas es su frescura"

Miguel

— Ex 'sugar daddy'

Miguel tuvo una relación de seis meses con una ‘sugar baby’ de 18 años. “Pasábamos la tarde juntos, después salíamos a cenar y, si se daba, nos íbamos a un hotel, pero esto último no siempre ocurría”, dice. Explica que entró en el 'sugar dating' por una cuestión práctica, porque así le resultaba más fácil conocer a chicas jóvenes. “Lo que más me gusta de estas chicas es su frescura, sus ganas de vivir”, declara.

"Vender la juventud" a un 'sugar daddy'

Anna, nombre ficticio, estudia un doctorado en la Universitat de Barcelona y es ‘sugar baby’. Su otro trabajo no le da lo suficiente para vivir, por lo que entró en 'Seeking Arrangement'. "Los hombres fingen interesarse por ti, pero solo están pensando en cómo vais a acabar. Es prostitución adornada", admite.

"Fingen interesarse por ti, pero solo están pensando en cómo vais a acabar"

Anna

— 'Sugar baby'

¿Por qué continúa siendo ‘sugar baby’ a pesar de todo? La respuesta es simple, y es que necesita el dinero y ningún trabajo “convencional” que pueda compaginar con el doctorado le da el salario que precisa. “De todos modos, a veces pienso que estoy vendiendo mi juventud a hombres que tienen más arrugas que otra cosa”, relata.

No caer en el juicio moral

El asunto del ‘sugar dating’ es algo delicado, y es que resulta complicado no caer en el juicio moral. No obstante, desde el punto de vista psicológico, un acuerdo entre un ‘sugar daddy’ o ‘sugar mommy’ y un ‘sugar baby’ no tiene por qué comportar consecuencias negativas a nivel psicológico.

Mariona Xaubet, psicóloga de la clínica Dendros de Barcelona, sostiene que lo que hay entre estos dos actores sí que se podría considerar una relación. “Lo es, porque se trata de una interacción entre dos personas en la que las condiciones están claras y ambas aceptan de forma responsable adherirse a unos términos que previamente han negociado. Si la relación es de adulto a adulto y los dos están de acuerdo en un intercambio provechoso, ¿quiénes somos nosotros para decir si está bien o no?”.

No obstante, la experta insiste en que es importante que este vínculo no cree malestar. “Pongamos por caso que alguien necesita el dinero y se ve implicado en este tipo de relación, y que esto no le hace sentir bien. En este caso, se tendría que acompañar a la persona para que estudiara alternativas para cubrir esa necesidad y dejar la relación”, explica.

El falso mito de la ‘hipergamia’

Buscar un ‘sugar daddy’ o alguien rico que te mantenga no es una tendencia natural de las mujeres, tal y como desde la plataforma 'Seeking Arrangement' se intenta hacer creer, probablemente para legitimarse a sí misma. En un apartado de esta página se habla de la ‘hipergamia’ -la acción de emparejarse con una persona de una clase superior- como una tendencia natural del ser humano, y especialmente de la mujer. Nada más lejos de la realidad, según los expertos. De hecho, la ‘hipergamia’ ni siquiera es un término aceptado por la comunidad científica.

"A veces se intenta buscar algún tipo de ley natural universal para explicar aspectos de nuestra conducta, pero es un error. Nosotros desestimamos esta visión biologicista porque no cabe que pudiera haber una tendencia que nos condenara a actuar de una manera concreta, y todavía menos que en ella exista una distinción entre géneros. Los roles de género no son algo biológico, sino que son construcciones sociales que dependen de cada cultura y que poco tienen que ver con la biología”, sostiene Mariona Xaubet.