La música y el arte se unen en el Primavera Sound para hablar de los niños que viven en países en guerra

Niños Primavera Sound Save the Children

Niños Primavera Sound Save the Children / periodico

MIREIA RECASENS. SAVE THE CHILDREN

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Nunca en las últimas dos décadas había habido tantos niños y niñas viviendo en áreas afectadas por las guerras. Cada tres horas, el número de niños en zonas de conflicto aumenta en más de 10.000. Actualmente 1 de cada 5 menores en todo el mundo, aproximadamente 420 millones, crece en países como Afganistán, Mali, Siria, Iraq, Sudán del Sur o Yemen donde la violencia es su pan de cada día.

Niños y niñas que tienen como banda sonora el ruido de las bombas, de los misiles, de los gritos de terror… Niños que ni siquiera pueden ir a la escuela porque, aunque los colegios deberían ser espacios seguros y de protección, cada vez más son objeto de ataque: en los últimos cinco años se han registrado más de 14.000 ataques contra escuelas, profesores y alumnos en 34 países.

Ante esta cruda situación, Save the Children ha instalado distintas actividades en el espacio minimúsica del Festival Primavera Sound para acercar la realidad que viven estos niños. Primero, situamos en el mapa donde estan estos países, algunos estan muy cerca de donde nosotros vivimos. Algunos niños han oído hablar de Siria o Yemen, pero no tienen ni idea donde estan situados. Una vez localizados, ¿sabemos qué pasa en estos países? Estan en guerra y los niños y niñas ven vulnerados sus derechos. Con esta información los niños ya estan preparados para ponerse los auriculares y conocer más a través de músicas tradicionales de países como Mali, Afganistán o Iraq. Esta silent disco tiene una particularidad y es que mientras escuchan música, los niños expresan sus emociones pintando en un mural de grandes dimensiones. Una actividad para descubrir nuevas culturas y estilos musicales, así como para sensibilizar socialmente y expresarse artísticamente. “Mientras escucho música de países en conflicto pinto con colores azules y rojos un mural en la pared. No es justo que haya guerras”, explica Màriu de 10 años. A Valentina, de 8 años, le encanta el color verde mezclado con azul y con el pincel va dando brochas al mural.

Además, los niños y niñas también han podido sumarse al movimiento #NoalaGuerraContralaInfancia de Save the Children dejando la huella de su mano en una cartulina para pedir a los líderes políticos que dejen de mirar para otro lado y tomen acciones para proteger a la infancia que vive en estos contextos, como por ejemplo que las escuelas no sean utilizadas con fines militares ni sean atacadas durante los conflictos armados o que dejen de vender armas a países en guerra.   

Los niños y niñas son los más vulnerables en contextos de guerra no solo porque pueden morir o resultar heridos por los ataques por parte de grupos armados y fuerzas militares que desprecian las leyes y tratados internacionales sino también por los efectos psicológicos que esto deja en ellos. ¿Qué futuro les espera viviendo en el terror y sin derecho a la educación? Por todos ellos, niños y niñas como Màriu o Valetina han pintado estos días para que las bombas dejen de ser la banda sonora de la vida de millones de niños.