Buch y Bombers superan "las aguas turbias" antes de los fuegos de verano

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Guillem Sànchez

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La "novedad" es que se acerca la campaña de prevención de incendios forestales de este 2019 "sin las aguas turbias" que ha habido los últimos años entre Bombers de la Generalitat y 'Conselleria' d'Interior. La expresión es del jefe del cuerpo de emergencias, David Borrell, y resume el alivio de la cúpula de Bombers después de un conflicto laboral largo, con una huelga que ha cerrado parques por todo el territorio. El hartazgo se desbordó entre los funcionarios porque no hay bomberos, porque los camiones son tan viejos que suponen un riesgo para ellos, porque los parques se caen a pedazos y porque la falta de material ha llegado a ser tan absurda que había dotaciones sin mangueras. Este viernes sindicatos y 'conselleria' han firmado un acuerdo que intentará pacificar el cuerpo. 

La pipa de la paz que han fumado el 'conseller' Buch, cúpula de Bombers y sindicatos, sin embargo, no ha estado exenta de desconfianza, sobre todo de estos últimos, que subrayan que la situación en los parques sigue siendo precaria. El problema, admiten todas las partes, es que el abandono había sido tal que ahora será necesario tiempo para revertirlo. 

En los últimos meses, la 'conselleria' ya ha licitado 92 nuevos camiones -por valor de 40 millones de euros-, está a un paso de hacerlo con casi 300 vehículos ligeros y asegura haber invertido en las necesidades más acuciantes de material. Por otro lado, y este era el problema central, este verano se incorporan 150 nuevos bomberos y ya han convocado las oposiciones para otros 250 funcionarios. Buch ha asegurado que habrá tres promociones más de 250 cada una en los próximos tres años, cuando también está previsto que se jubilen 700 bomberos. El objetivo final, si se cumplen las promesas, es que el cuerpo se acerque a la cifra de 3.000 efectivos en toda Catalunya. Actualmente son 2.300. Si no se cumplen las promesas, los Bombers podrían quedarse literalmente en los huesos

El acuerdo tiene la rubrica de todos los sindicatos (UGT, IAC-CATAC, CSIF y Intersindical-CSC) salvo CCOO, aunque UGT ha rechazado la fotografía y comparecer públicamente al detectar en el acto de presentación del pacto una intención "electoral" a 48 horas de las elecciones municipales. El contrato sellado nace de un preacuerdo que ha contado con el respaldo del 70% de los bomberos que votaron la consulta interna, es el primero que se rubrica desde el 2006 y el gobierno catalán lo aprobará el próximo martes. Para Buch es "realista". Para los sindicatos firmantes es de "mínimos". 

En una sala con las fotografías del presidente catalán Quim Torra y el expresidente Carles Puigdemont, Buch ha resaltado que se trata del tercer acuerdo alcanzado entre la Generalitat y los sindicatos de bomberos en los últimos veinte años -el último fue por el periodo 2006 y 2008- y que atiende reivindicaciones planteadas a lo largo de la última década. El acuerdo, vigente hasta 2022, compromete aspectos ya conocidos como la convocatoria de mil plazas de bomberos en los próximos cuatro años y prevé también reducir la jornada anual de las 1.688 horas para 2019 y 2020 hasta las 1.664 en 2021 y 1.640 en 2022.

Buch ha justificado que se haya firmado hoy el acuerdo, en el último día de la campaña electoral de las municipales del 26M, para que pueda aprobarse en la reunión del Govern del próximo martes y entrar en vigor a partir del 1 de junio, como se comprometió ante la mesa negociadora.

El conseller ha reconocido que no es el acuerdo que habrían deseado las partes, aunque sí es "realista" y "satisfactorio" teniendo en cuenta las estrecheces económicas, y ha destacado que la Generalitat ha asumido el compromiso de que si la situación económica mejora habrá también un progreso positivo en las condiciones de los bomberos.

Buch ha tenido unas palabras de recuerdo para su antecesor, Quim Forn, actualmente en prisión preventiva mientras es juzgado por rebelión en el juicio a la cúpula del procés en el Tribunal Supremo: "Él también habría firmado este acuerdo, pero no tuvo tiempo".

Desde el sindicato IAC-CATAC, su portavoz Manel Titos ha indicado que se trata de una cuerdo "de mínimos y transitorio", mientras David Hereu, de la Intersindical-CSC, ha señalado también que es un pacto de "mínimos" y que llega "tarde", por lo que se tendrá que ir mejorando cuando se vaya implementando. Para Titos "el éxito de éste acuerdo depende en gran medida de la aprobación de unos nuevos presupuestos que permitan dar al ciudadano el servicio que merece".