operación de los mossos

Desarticulado un grupo criminal por 24 robos en domicilios de Barcelona

La banda actuaba durante el fin de semana en viviendas previamente seleccionadas con un sistema de marcadores para asegurarse de que no había nadie en el interior

Acn / Barcelona

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Los Mossos d'Esquadra han desarticulado una organización criminal especializada en robos con fuerza en domicilios. La policía catalana ha detenido a ocho personas, que consideran miembros de un grupo "altamente especializado" con una estructura organizativa y jerárquica "perfectamente definida" y al que atribuyen 24 robos en viviendas de Barcelona, Cornellà de Llobregat, El Prat de Llobregat, Esplugues de Llobregat, Badalona y Vic. Según un comunicado de los Mossos, el grupo actuaba en fin de semana en domicilios que previamente habían seleccionado con un sistema de marcadores para asegurarse de que no había nadie. Principalmente, sustraían joyas, relojes y dispositivos electrónicos, ya que tienen buena salida en el mercado negro.

La investigación se inició en diciembre del 2018 cuando los Mossos detectaron una serie de robos con un patrón similar. El grupo escogía inmuebles situados en ciudades densamente pobladas, con un número relativamente alto de vecinos y que dispusieran de cerraduras de unas características concretas. Así, recorrían las poblaciones e inventariar los bloques de edificios que resultaban de interés. Un vez elegidos los inmuebles durante la madrugada del viernes al sábado, los miembros del grupo se desplazaban hacia la zona elegida y uno de los ladrones se quedaba en el vehículo para realizar funciones de vigilancia. Según los Mossos, primero forzaban la entrada principal con la técnica de la radiografía y, una vez en el interior, colocaban entre el marco y la puerta de los pisos tiras de cola a unos 20 centímetros de tierra en sustitución del típico marcador de plástico transparente.

La madrugada del sábado al domingo volvían a los inmuebles marcados y se repartían las fincas para comprobar qué marcadores estaban intactos para concluir que los habitantes no estaban. Una vez decidido en qué vivienda entraban, forzaban la cerradura de la puerta de acceso al piso con ganzúas o llaves maestras que ellos mismos habían fabricado. Los Mossos aseguran que el grupo tenía una estructura jerarquizada, con un líder que participó en la mayoría de robos que disponía de dos fines de célula. La policía catalana destaca que tenían una "gran capacidad de reclutamiento de especialistas en los robos con fuerza" y ascendente sobre el resto del grupo por su capacidad de "forzar buena parte de las cerraduras existentes en el mercado".

Además, los Mossos también remarcan que el grupo tenía un "gran conocimiento de la actividad policial", por lo que tomaban muchas medidas de autoprotección. Las detenciones se realizaron entre el 6 y el 7 de mayo y se hicieron registros en siete inmuebles que tenía la organización, dos en Sant Quirze de Besora, tres en Barcelona, uno en Badalona y otro en Esplugues de Llobregat. En uno de los domicilios se encontró un taller donde fabricaban las llaves maestras y las ganzúas para forzar las cerraduras. También se intervinieron extractores de bombines, medidores electrónicos de la pureza de diamantes o piedras y ácidos que se usan para comprobar la pureza del oro. Los ocho detenidos pasaron a disposición del juzgado de instrucción número 33 de Barcelona, que decretó la prisión provisional para todos ellos.