EL MUNDO EN IMÁGENES

La 'tolerancia cero' de Trump protagoniza el World Press Photo

Los dos trabajos premiados sobre la migración en la frontera de México con EEUU abren la exposición del mejor fotoperiodismo del 2018, en el CCCB

John Moore, junta a su fotografía premiada, este viernes en el CCCB.

John Moore, junta a su fotografía premiada, este viernes en el CCCB. / periodico

Natàlia Farré

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El 12 de junio del 2018, Yanela Sánchez llevaba un mes de viaje sobre sus frágiles espaldas infantiles. Desde Honduras hasta la frontera de EEUU con México. Le quedaba poco para alcanzar la tierra prometida: solo quedaba salvar en barca río Grande (para los norteamericanos) o río Bravo (para los mexicanos). En ello estaba, embarcada en un bote y en brazos de su madre,  cuando la guardia de frontera interceptó el grupo en el que viajaba. Lo siguiente fue la detención y el cacheo de todos los adultos. Sandra, su progenitora, tuvo que soltarla y dejarla en el suelo para poder ser registrada por los funcionarios norteamericanos, y Yanela estalló en llanto. Fue en ese el momento que el fotoperiodista John Moore documentó y que le ha valido el premio World Press Photo del 2018. La imagen luce en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) en la exposición que, desde este sábado hasta el 26 de mayo, exhibe el mejor fotoperiodismo realizado durante el año pasado.

Moore reconoce que en el momento de hacer la instantánea supo que la imagen era "importante" y "potente" pero admite que no imaginó "el nivel de impacto" que acabó teniendo. La fotografía fue portada de 'The New York Times', se viralizó en internet y fue usada para atacar o defender la política migratoria de Donald Trump. El caso es que nueve días después de que Moore dispara su cámara, la Administración norteamericana aparcó la política de "tolerancia cero" con la migración ilegal, esa que separaba a los menores de sus progenitores. "Es imposible saber si mi fotografía tuvo algo que ver o no, pero definitivamente cambió la opinión pública sobre el tema", afirma en la que dice es su primera visita a Barcelona. A punto estuvo de no hacerla ya que como padre que es "sintió una tristeza enorme" al oír el desconsuelo de la pequeña pero, "consciente" de su papel, continuó con su obligación. ¿Cuál es esa? "Ser justos y explicar la historia de forma veraz", sostiene. Aunque admite que "la objetividad pura no existe". "Lo importante es fotografiar de una forma directa y escribir la información de una forma precisa. Es lo que podemos hacer, y si hacemos esto estamos en tierra firme".

Amor en la frontera

Siguió disparando pero no se desentendió de la pequeña y su madre. "No sabía qué iba a pasar con ellas", pero ahora sí sabe que no las separaron y que están juntas en una localidad de EEUU que se niega a desvelar –"no quiero malograr su caso legal", apunta- esperando asilo político. "Un proceso duro y frustrante", admite. Moore sigue en contacto con la mujer y su hija. Primero las visitó sin cámaras para saber más de su historia y recientemente las ha fotografiado para seguir su  proceso. No en vano el fotoperiodista lleva 10 años documentando la frontera entre EEUU y México. "En este tiempo las cosas han cambiado mucho, cuando empecé la mayoría de ilegales eran hombres jóvenes que cruzaban la frontera por trabajo, eran casos muy diferentes a los actuales, que piden asilo político". Una década es mucho tiempo pero Moore no cree haberlo fotografiado todo en cuanto a migración: "Me preguntan cuándo terminaré el proyecto y no tengo ni idea. La historia continúa y es importante, y no solo en EEUU".

La imagen de Moore es la ganadora de las ganadoras, pero este año hay un nuevo premio destacado: el World Press Photo al Reportaje del Año y la serie premiada de Pieter Ten Hooper también tiene como escenario la frontera de EEUU y México. "Una decisión consciente del jurado -admite Babette Warendorf, miembro del certamen- porque la migración es uno de los grandes problemas actuales del mundo". El tema es el mismo pero el enfoque es muy diferente. Las imágenes serie de Hooper tiene la frontera como escenario y el amor como tema. Ferviente defensor del “periodismo lento”, Hopper se integró en la caravana de más de 7.000 migrantes que salió de Honduras el 12 de octubre del año pasado. Su objetivo era documentar que, pese a las condiciones extremas de los que dejan su hogar y cruzan andando medio continente, siempre hay momentos para el amor entre padres e hijos, hermanos o parejas.

Veracidad y rigor

Hasta aquí dos de los premios más importantes y dos de las historias más humanas, pero el World Press Photo también tiene espacio para imágenes y premiso relacionados con el deporte, el medio ambiente, la naturaleza…, y que también están presentes en la muestra.  En total 147 imágenes escogidas de un total de 78.801 presentadas y firmadas por 4.738 fotógrafos de 130 países que muestran el mejor fotoperiodismo del 2018. "Es difícil encontrar veracidad en ciertos medios de comunicación actualmente, de manera que el valor del World Pres Photo es incalculable", defiende Silvia Omedes, impulsora de la Fundación Photographic Social Vision, la plataforma que hace 15 años organiza la exposición del World Press Photo en Barcelona y la plataforma desde la que defiende el fotoperiodismo. Así que su mensaje es claro: "si no damos espacio a la fotografía hecha con rigor y profundidad, estamos a empobreciendo la opinión pública y la capacidad visual del periodismo", reivindica.