Sanidad generaliza el cribado de cáncer de cuello de útero

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Patricia Martín

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A partir del 1 de julio, la sanidad pública financiará las pruebas de cribado para detectar cáncer de cuello uterino o de cérvix, tal como se realizan para encontrar células cancerígenas en las mamas, el colon o el recto. Hasta ahora las pruebas se realizan a petición del paciente o de forma esporádica pero, a partir del verano, habrá un cribado poblacional a todas las mujeres entre 25 y 65 años. 

El cáncer de cuello uterino está provocado por la infección del llamado virus del papiloma humano (VPH), que es muy común entre las personas sexualmente activas. Normalmente el virus se elimina por el sistema inmune, pero una de cada diez mujeres no es capaz de eliminarlo, por lo que la infección puede provocar cambios en las células del cuello uterino, fácilmente detectables a través de un cribado. En su grado más extremo, estas lesiones pueden dar lugar al cáncer.

A partir de ahora, a las mujeres entre 25 y 34 años, se las realizará una citología cada tres años. Y a partir de 35 años y hasta los 65 la prueba consistirá en la detección del VPH, que se repitirá cada cinco años si es negativa. Según la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, la ampliación de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, supondrá una "pequeña inversión" de cinco millones de euros que se traducirá en ahorros valorados en 20,5 millones, debido al impacto que se espera del cribado en la detección precoz del cáncer de cuello de útero. 

La micropigmentación

Además, para el cáncer de mama, la cartera de servicios incluirá la micropigmentación de la areola mamaria y el pezón como parte de la reconstrucción mamaria. Asimismo, se incluyen 58 nuevos tipos de productos en el catálogo de ortoprótesis, entre ellos, las prótesis de mama y de restauración facial. También las prótesis auditivas, audífonos y recambios de componentes externos en los implantes cocleares, así como recambios de componentes externos de implantes quirúrgicos. En este ámbito, se incrementa también la edad de financiación de los audífonos, desde los 16 actuales hasta los 26 años de forma gradual.

La nueva cartera de servicios comunes, que ha sido acordada con las autonomías, incluirá, por último, la posiblidad de facilitar un lector ocular u otro sistema de comunicación similar a pacientes con trastronos neuromotores graves con afectación de ambos miembros superiores e imposibilidad de comunicación oral o escrita. Con ello se pretende, según la ministra, darles "mayor autonomía y calidad de vida".

Los lectores oculares u otros sistemas interaccionan con ordenadores y pueden ayudar a comunicarse a pacientes con ELA (esclerosis lateral amiotrófica), parálisis cerebral, traumatismo craneoencefálico, etc. que tengan capacidad mental y de control para su manejo.