Jaén, Alicante y Alcalá de Henares, las ciudades más sucias, según sus vecinos

ENTRE TODOS SUCIEDAD EN L HOSPITALET

ENTRE TODOS SUCIEDAD EN L HOSPITALET / periodico

Patricia Martín

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Ahora que se acercan las elecciones municipales (el 26 de mayo), quizá una de las cuestiones que tengan en cuenta los votantes a la hora de depositar la papeleta es la limpieza de sus ciudades. En Madrid, de hecho, es motivo de refriega política desde hace tiempo. Para tener una perspectiva global y que los ciudadanos tengan elementos de juicio, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) publicó este jueves su estudio cuatrienal estudiosobre limpieza en las urbes y la conclusión es que, en términos generales, el nivel de excrementos, pintadas y suciedad ha empeorado en la última legislatura.

De hecho, de los 60 municipios evaluados, 39 han empeorado su nota y la valoración media ha bajado de un 55 a un 53 sobre 100. Lo significa, según la portavoz de la organización de consumidores, Ileana Izverniceanu, que la recuperación económica “no ha llegado a la limpieza de las ciudades”. De manera general, la apreciación sobre la pulcritud urbana está igual que hace 24 años, cuando la OCU lanzó su primer estudio.

Y eso que hay ejemplos de que las cosas se pueden hacer bien. Vigo, por ejemplo, que estaba en el pelotón de cola, ahora ocupa el tercer puesto del ranking. Por delante está Oviedo, que siempre ha estado en la cima, y Bilbao, que también ha remontado en los últimos años. Por el contrario, en el final de la tabla y con la etiqueta de ciudades más sucias se sitúan Cuenca, Alcalá de Henares (Comunidad de Madrid), Alicante y Jaén.

Barcelona y Madrid

Barcelona, con un 51 sobre 100, aprueba por la mínima, pese a que es la administración local que más presupuesto dedica por habitante al año, en concreto 106 euros. Sus ciudadanos sólo dan su visto bueno al estado de los parques, pero desaprueban la limpieza en las calles y los niveles de excrementos, pintadas y contaminación, entre otros aspectos. Los motivos de que la alta inversión no dé resultados son variados, según Javier Arraz, responsable del estudio, pero entre ellos podría destacarse la alta presión turística y el hecho de que limpiar las playas resulte caro, y es un gasto que no tienen que afrontar otras ciudades como Madrid.

De hecho, la capital de España, que sólo invierte 65 euros por habitante y año, suspende clamorosamente, con un 39 sobre 100. Eso sí, ha mejorado tres puntos en los últimos cuatro años, pese a que la suciedad en Madrid es una de las armas electorales preferida del PP para atacar a la alcaldesa, Manuela Carmena.

¿Limpieza o civismo?

Pero, cabe preguntarse, ¿qué influye más en los resultados, el gasto y la gestión de la limpieza o el civismo de los ciudadanos? Pues el estudio, elaborado con la respuesta de 5.260 socios de la OCU y los datos proporcionados por 44 ayuntamientos (16 declinaron participar) hace bueno el refrán de 'no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia'. De hecho, como demuestra el caso de Barcelona y el de otras ciudades, mayor presupuesto no es garantía de más satisfacción. Tampoco hay correlación entre el modelo de gestión pública o privada y los resultados. Aunque, eso sí, la limpieza por parte de empresas subcontratadas es más cara, 64 euros por habitante, frente a los 48 euros que gastan los ayuntamientos que efectúan el trabajo por sí mismos.

Las ciudades más frías y con más precipitaciones, en términos generales, obtienen mejor puntuación, salvo excepciones como las de A Coruña y Lugo. Por último, las multas tampoco parecen ser garantía éxito, ya que Huelva impuso 600 por la no recogida de excrementos en el 2018 y está entre las peores puntuadas. Por ello, la OCU concluye que las administraciones tienen deberes por delante pero también los ciudadanos para que las ciudades luzcan más aseadas.