Un tercio de los adolescentes que practican sexo no usan condón

La mayoría de los jóvenes tienen clarísimo que deben usar el preservativo, aunque al tener relaciones sexuales un 25% ha tenido que tomar la píldora del día después.

zentauroepp46781806 barcelona 31 01 2019  sociedad   fotografia para ilustrar un190404203203

zentauroepp46781806 barcelona 31 01 2019 sociedad fotografia para ilustrar un190404203203 / periodico

Elisenda Colell

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“Conocen perfectamente los métodos anticonceptivos, definen el preservativo como el más seguro y el que deben usar, pero a la hora de la verdad no se lo ponen”. Es la principal conclusión a la que llega el autor de la encuesta a 8.000 alumnos de 4º de la ESO en la provincia de Barcelona de la Diputación. La evidencia lo demuestra. Entre los jóvenes que dicen practicar sexo con penetración, el 25% ha tenido que recorrer a la píldora del día después, y un 5% manifiestan haber quedado embarazadas, o dejado embarazadas a sus parejas.

En concreto, son minoría los adolescentes que hacen el coito con solo 16 años. El 23% de chicas, y el 26% de chicos. Ellas lo practican con más frecuencia que ellos. “Las relaciones de las chicas son mucho más estables que las de los chicos”, explica Camprubí. “La edad de inicio de la práctica sexual no es un problema, lo es que practiquen sexo sin usar método anticonceptivo”, según el experto. Como ya apuntan otros analistas, el problema está en que desde los centros escolares se trabaja muy bien la teoría pero el problema está en los consentimientos y la autoestima, el saber decir no.

Y en esta franja, los inmigrantes son quienes requieren mayor educación sexual. Están 10 puntos por encima en el uso de la píldora del día después respecto la población autóctona. El 27% de las chicas catalanas que han tenido sexo han tomado esta pastilla, mientras que las chicas nacidas en el extranjero son el 38%. Una diferencia porcentual que también se experimenta en la práctica de relaciones sexuales de riesgo, especialmente la marcha atrás.

En esa línea, cerca el 20% de las chicas explica haber sido víctima de algún tipo de agresión sexual, y la mitad pasa en las redes sociales e internet. “La mayoría son propios, comentarios sexistas, no tenemos que imaginarnos violaciones ni agresiones graves”, señala Camprubí. De hecho, este es un dato positivo. “Cada vez las chicas son más conscientes de ello, antes no le daban importancia o no lo consideraban agresión, se están empoderando”.