SALVAMENTO BAJO MÍNIMOS

Temporada de alto riesgo por falta de socorristas en Catalunya

Un socorrista, en una piscina catalana, esta semana.

Un socorrista, en una piscina catalana, esta semana. / JORDI COTRINA

Luis Benavides

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Este verano muchas piscinas catalanas podrían quedarse cerradas por falta de socorristas, según la Associació d’Empreses Catalanes de Socorrisme Aquàtic (AECSA), que sostiene que el 70% de las plazas quedarán sin cubrir. Esta entidad vaticina "una temporada de alto riesgo debido a la imposibilidad de cubrir más de 9.700 plazas de socorrista" y achaca la situación a una ley autonómica aprobada en el 2015 que considera demasiado "restrictiva".

AECSA -de la que forman parte empresas como Aquasos, Rescatadores, Aunar y Proactiva- asegura que actualmente en Catalunya no hay suficientes profesionales que cumplan con las condiciones que marca la normativa por "la falta de previsión y el desconocimiento del sector por parte de la Administración que gestiona la regulación de las titulaciones".

Desde la entrada en vigor de la ley 7/2015 aprobada por el Govern, para ejercer de socorrista en Catalunya es imprescindible estar inscrito en un registro de profesionales del deporte de Catalunya (Ropec, por sus siglas en catalán). Todas las personas que hasta el 21 de mayo del 2015 habían ejercido como socorristas se podían incorporar en este registro siempre que acreditasen una formación de acuerdo con el decreto 95/2000 y una experiencia contrastada de más de dos temporadas. "Antes podías ser socorrista con cursos de 100 o 150 horas y ahora se pide un ciclo formativo de 1.155 horas que cuestan unos 900 euros y que pocos están dispuestos a pagar para luego trabajar solo unos pocos meses", explica el presidente de AECSA, Albert Calabuig, quien recuerda como hace años se cubrían muchas plazas con socorristas venidos de otras comunidades autónomas, como Andalucía. "Ahora se están cubriendo muchas plazas con argentinos y uruguayos, que tienen titulaciones profesionales homologables a las que tenemos aquí", añade Calabuig.

"Antes podías ser socorrista con cursos de 100 horas y ahora se piden 1.155 horas"

Albert Calabuig

— Presidente de AECSA

Proactiva Serveis Aquàtics S.L., más conocida por su oenegé de salvamento marítimo, es una de las empresas del sector representada por AECSA. Tienen 70 personas, en su mayoría sudamericanos, esperando la aprobación de Extranjería, para trabajar en playas y piscinas de Catalunya. La homologación de sus títulos puede tardar unos ocho meses como poco. "Son socorristas interesados en trabajar en verano, gente muy preparada, pero no los puedo traer si no me aseguran que tendrán el título homologado a tiempo. Las empresas que traemos a estos trabajadores debemos costear la mitad de los vuelos y la vivienda por ley", explica Oriol Canals, director de Proactiva, quien entiende que la ley 7/2015 era positiva en cuanto "regularizaba y ordenaba" el sector, pero no tuvo en cuenta a los operadores y ahora encuentran problemas para cumplir. "Hasta ahora hemos ido haciendo, pero este verano ya entra en vigor el régimen sancionador [con penalizaciones de hasta 6.000 euros] y no nos la podemos jugar", añade el director de Proactiva, encargado de la seguridad de buena parte del litoral y prelitoral de la provincia de Barcelona (en la ciudad de Barcelona es el Grupo Eulen).

Esta situación tiene un precedente, un caso similar, en España. "En Galicia ya pasó antes. Ordenaron el sector y se quedaron sin socorristas en el 2017. Al final se vieron obligados a alargar la moratoria hasta el 2022", recuerda Canals.

Baile de cifras

Fuentes de la Secretaria General de l’Esport i l’Activitat Física de la Generalitat de Catalunya niegan la mayor: "Entendemos que la demanda está cubierta y en ningún momento han faltado plazas para realizar los cursos necesarios. Nos consta que en los últimos años han aumentado el número de plazas". En el 2016, por ejemplo, se ofrecieron 397 plazas para cursar socorrismo en instalaciones acuáticas, un curso de 370 horas equivalente a un grado medio, y solo recibieron 102 solicitudes, de las cuales 66 se inscribieron formalmente.

Mientras la asociación de empresas de socorrismo acuático catalanas sostiene que faltarán unas 3.000 personas para cubrir más de 9.700 plazas, fuentes de la Generalitat calculan que la demanda se puede cubrir sumando 6.000 personas registradas en el Ropec como socorristas y las personas graduadas o licenciadas en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, que no necesitan inscribirse sino colegiarse en el colegio de profesionales de la Actividad Física y del Deporte de Catalunya. Canals, como vicepresidente de AECSA, rebate a la secretaría general del deporte: "Esa cifra es engañosa. Que unas 6.000 personas estén en el registro no significa que quieran o puedan trabajar este verano".  

Alargar la moratoria

"La ley 7/2015 entró en vigor hace dos años y medio y creemos que estas empresas han tenido tiempo suficiente para adecuarse a la normativa”, aseguran las mismas fuentes de la Secretaria General de l’Esport, quienes también recuerdan que el cambio respondía a una ley estatal superior. "El objetivo es garantizar la seguridad de todos los usuarios de piscinas y playas", zanjan.

La asociación que preside Calabuig propone como solución temporal "paralizar la ley" para dejarla sin efecto durante este año y "trabajar conjuntamente en una nueva normativa urgente". AECSA se reunirá este jueves, 4 de abril, con los diferentes grupos políticos en el Parlament para expresarles su preocupación. "¿En Interior saben lo que supone que no tengamos suficientes socorristas? Estamos hablando de un tema de seguridad ciudadana relacionado con un sector tan importante como es el turismo", subraya.   

En esta misma línea, fuentes de la Associació Catalana de Municipis (ACM), una entidad municipalista que agrupa más del 95% de entes locales de Catalunya, instan a las diferentes partes a "pactar medidas transitorias" para garantizar  "el mejor servicio posible para la temporada que viene".  En la ACM aseguran estar  "expectantes" porque también tienen la siguiente impresión: "Este verano iremos justos de socorristas".

¿Oficio en extinción?

La asociación de empresas de socorrismo sostiene que cada año se forman en Catalunya menos socorristas de los que se retiran. Así, el problema de la falta de vigilantes en playas está aumentando progresivamente. Este fenómeno, apuntan, más allá de la normativa, es una combinación de varios factores que no han sido corregidos ni previstos por las administraciones.

El curso necesario para ejercer supone unas 1.155 horas y cuesta unos 900 euros que difícilmente se amortizarán si luego solo pueden trabajar poco más de seis meses continuados por la temporalidad del sector, argumentan desde AECSA. La asociación también afirma que el sector educativo no es capaz de generar suficientes profesionales: "Ni los centros educativos ni los centros acreditados por el Servei d’Ocupació de Catalunya son capaces de formar en un año el número de socorristas que se necesitan para cubrir las plazas de trabajo en Catalunya". 

En su ‘manifiesto’, la asociación de empresas catalanas del socorrismo acuático también asegura que la mayoría de alumnos que cursan un ciclo deportivo no lo hacen porque quiera dedicarse al salvamento acuático. Muchos estudiantes de Educación Física, por ejemplo, estudian un curso de socorrismo para ampliar conocimientos y mejorar su currículum. Mònica Donaire, directora técnica de la empresa Team Partners-Rums, suscribe esta afirmación. Ella dirige la unión temporal de empresas encargada de gestionar Esports UB, el complejo multideportivo de la Universitat de Barcelona situado en la Diagonal y abierto al público general. "Cada verano es una odisea encontrar socorristas", añade  Donaire, quien ya ha empezado a buscar personal para la temporada de verano. "Con los campus de verano necesitamos doblar el número de socorristas y tenemos muchas dificultades para encontrarlos. Por eso suelo poner en marcha el reclutamiento con bastante antelación, antes de Semana Santa", añade Donaire, que lleva en estas instalaciones más de 10 años.

En UB Esports también tienen socorristas sudamericanos, aunque en su caso ya llevan años viviendo en Barcelona y trabajan todo el año en las piscinas cubiertas. Como los temporeros de la fruta, estos profesionales viajan allá dónde hay trabajo. "En muchas piscinas y playas sí hay uruguayos y argentinos que vienen para trabajar solo en los meses de verano; y el resto del año algunos trabajan en las pistas de esquí", explica la encargada de Team Partners-Rums.

Donaire no cree que sea tanto por la ley 7/2015 como por cierta crisis de valores en la juventud. "Antes acababas de estudiar Educación Física y buscabas maneras de sacarte un dinero y, sobre todo, darte a conocer para que te salieran más trabajos. Podías trabajar de monitor o socorrista en verano,  pero ahora muchos jóvenes están muy acostumbrados a tenerlo fácil y no sacrifican el verano. Es una actitud frente al esfuerzo", afirma la directora técnica de Team Partners-Rums, quien también reconoce que es mejor tener una especialización en primeros auxilios que no tenerla. "El socorrismo acuático como el funcionamiento del DEA (desfibrilador externo) no se puede aprender en dos días –continúa-, y normalmente no pasa nada. Pero el día que pasa algo en una playa o piscina es necesario estar muy preparado".