PEDERASTIA EN LA IGLESIA

El Obispado de Girona envía al fiscal los abusos del exrector de Vilobí d'Onyar

La comisión que ha investigado en caso remite también sus conclusiones a la fiscalía

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El Obispado de Girona ha enviado la investigación sobre los supuestos abusos sexuales a menores cometidos por el exrectorde Vilobí d'Onyar (Selva)l Vaticano y a la fiscalía. El informe, que se ha elevado a la congregación para la doctrina de la fe, recoge los testimonios de cinco víctimas del religioso.

Según recuerda el Obispado en un comunicado<strong>el obispo Francesc Pardo </strong>constituyó una comisión diocesana para aclarar los hechos y, a la vez, para "acoger, escuchar y acompañar" las posibles víctimas. La comisión, que actúa bajo la normativa canónica, ha hecho la investigación previa y ahora ha puesto el informe en conocimiento de las autoridades eclesiásticas. También de la justicia a pesar de que probablemente los casos estarán prescritos.

El 4 de febrero, el Obispado de Girona puso en marcha la comisión diocesana encargada de investigar los supuestos abusos a menores cometidos por el exrector de Vilobí d'Onyar. Lo han integrado un cura, un asistente y una psicóloga. A lo largo de estas semanas, la comisión de carácter interno ha hecho entrevistas a testigos que han aparecido en los medios de comunicación y otras personas afectadas o relacionadas con los hechos. Entre estos, han recogido la declaración de cinco víctimas que han relatado haber sufrido tocamientos y abusos por parte del padre Tomàs Pons.

Fuentes del Obispado admitían, durante la investigación, que se esperaban poder entrevistarse con más supuestas víctimas. Y es que, cuando se puso en marcha la comisión, ya había más de una docena que habían denunciado públicamente haber sufrido tocamientos y abusos por parte de la exrector. El resto de testigos eran personas a quienes la comisión ha considerado importando tomar declaración porque que están vinculados a Vilobí d'Onyar, al colegio Benlloch del Pla o bien aotros lugares donde el rector ejerció su ministerio. Además, la comisión también habló con el cura, que ahora tiene 91 años.

Desde el 1999, cuando se retiró, el exrector está en una casa de reposo de Arbúcies.

Según informa el Obispado en un comunicado, la comisión diocesana ha cerrado la investigación y ha enviado toda la documentación a la congregación para la doctrina de la Santa Suyo y a la fiscalía. Ahora, el Vaticano emitirá una resolución sobre el caso y está por ver qué decide la fiscalía, a pesar de que seguramente los delitos están prescritos.

Los supuestos abusos a menores se repartían entre Vilobí d'Onyar (donde el rector montó un casal de verano y condicionó un gimnasio junto a la vicaría), la escuela Benlloch de Girona (donde el padre hacía de voluntario al oratorio) o Siurana d'Empordà (donde ejerció el ministerio a finales de los años 50). La mayoría de los abusos, eso sí, se extendían entre los años 60 y 90.