crisis de convivencia

Tercera agresión a menores extranjeros, esta vez en la Zona Franca de Barcelona

Zona Franca

Zona Franca / periodico

Guillem Sánchez / Elisenda Colell

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El pasado sábado 9 de marzo, mientras un grupo de encapuchados asaltaba un centro de protección de menores en Castelldefels, el barrio barcelonés de la Zona Franca vivía otro incidente con menores extranjeros tutelados por la Generalitat. En este caso, un grupo de estos jóvenes migrantes recibió una paliza por parte de un numeroso grupo de jóvenes del barrio. 

Según ha podido saber EL PERIÓDICO, el incidente empezó cuando un menor magrebí tutelado se acercó una chica del barrio. Algunas fuentes aseguran que le dijo "guapa". Otros testigos sostienen que se propasó y "la incitó a practicarle sexo oral".  Ella se enfadó, y los jóvenes que la acompañaban iniciaron la pelea en la calle de la Energia alrededor de las ocho de la tarde. Un testigo que presenció los hechos -que no quiere revelar su identidad- asegura que a los pocos minutos uno de los agresores subió hasta su casa para coger una porra extensible que tenía allí, y propinó con ella diversos golpes a los chicos marroquís. 

A los pocos minutos, otras personas del barrio se unieron a la pelea. Según ha podido saber este diario, se llegaron a contar unas 30 personas implicadas en el altercado. Fueron diversos los vecinos que llamaron al 112. Los Mossos y el Servei d'Emergències Mèdiques, con tres ambulancias, se personaron en el lugar de los hechos. Cinco menores migrantes tutelados fueron atendidos por contusiones y posteriormente tuvieron que ser trasladados al centro sanitario de urgencias de Manso. Los chicos pudieron volver a dormir por su propio pie al centro donde viven. Algunos vecinos muestran su malestar por la presencia de estos jóvenes en el barrio, mientras que otros mantienen que no han tenido ningún problema con ellos. 

Después de que el centro reportara este incidente, la Direcció General d'Atenció a la Infancia i l'Adolescència (DGAiA) envió un comunicado interno a todos los centros de menores tutelados para instarles a reportar otros casos que se hayan podido producir durante estos últimos días. De momento, los que han trascendido son la entrada de un hombre con un cuchillo en Canet de Mar hace dos semanas y otro asalto en Castelldefels, que el mismo Govern ya ha tildado de "ataque racista". Es la primera vez que se da esta comunicación interna desde la 'conselleria', preguntando expressamente por agresiones con menores tutelados implicados.

En estos momentos los responsables del centro de menores afectado, que hace al menos dos años que funciona como centro de emergencia de menores inmigrantes, están dialogando con vecinos, comercios de la zona y los distintos institutos a los que asisten los presuntos agresores de esta pelea callejera. Por el momento no consta ningún detenido ni ninguna denuncia al respecto. 

Más allá de estos actos de intolerancia en los centros de menores, el presidente de la Asociación de Amigos del Pueblo Marroquí, Mohamed Alami, asegura que en el último año la población marroquí en Catalunya vive "más señalada" y está teniendo que aguantar "más miradas de recelo" de lo que era habitual. A su entender, "ha crecido el odio hacia los marroquís". Aunque, sobre los menores extranjeros no acompañados, pide al estado español que devuelva los menores a Marruecos "con garantías". "Estos chicos deben estar en Marruecos con sus familias", asegura. También culpa al consulado y la embajadora de Marruecos en España de "mira para otro lado", y pide mejoras sociales en su país para que los jóvenes no se vengan obligados a venir aquí sin garantías de poder acceder a un trabajo ni un techo.

Durante este martes, también han trascendido diversos comunicados de los educadores sociales que trabajan con estos jóvenes. Por un lado, la CGT, que ha culpabilizado a los responsables de la Generalitat de llorar "lágrimas de cocodrilo", al no tener suficientes medios para atender correctamente a los menores. El Colegio de'Educadores Sociales ha reclamado proyectos educativos para los jóvenes, más allá de la asistencia residencial.