HUELGA FEMINISTA

El barrio feminista de València que se rebela contra la 'ley mordaza'

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Nacho Herrero

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Amanece y una enorme pancarta anuncia la huelga feminista descolgada desde un mirador en la entrada desde Barcelona a València... y a Benimaclet. El año pasado, en el 8-M, el piquete de este reivindicativo barrio fue el protagonista de una concentración de multas inédita en todo el país, donde apenas hubo un puñado de sanciones muy diseminadas.

Doce multas, a nueve activistas, con un importe global de más de 6.000 euros. "No pensamos que sea casualidad", cuenta a EL PERIÓDICO una de las multadas. "Hubo casos más graves que fueron por la vía penal, pero es la mayor concentración de multas. De hecho, en València, aunque hubo más identificaciones, solo hubo multas a este barrio y en Madrid también hubo algunas pero repartidas", desliza.

No da su nombre porque lo afrontan como "multas al movimiento" y no como algo individual. "Nos agrupamos a primera hora, pero desde el principio estuvimos rodeadas de policía. Nos fueron identificando de manera aleatoria cada cierto tiempo, no parecía haber un patrón y hubo muchas más identificadas que multadas. Pero casi todo es positivo, las multas nos han obligado a estar activas y juntas tanto para difundir la nueva huelga como para recaudar dinero para el proceso", explica.

Multas administrativas

Se trata de multas administrativas y asegura que "las hay por pedir que nos hablaran en valenciano, por reclamar que nos dejaran de agarrar el brazo o por informar por la calle". Eso, y que no van a pagar. "Pensamos desobedecerlas. Pensamos que existe una represión política y que no tenemos que pagarlas. Esta semana hemos presentado los recursos de alzada, el último paso antes de ir a juicio", señala, antes de subrayar que todo el proceso les ha dado fuerza para volver a la calle con más fuerza este viernes. Mantienen el pulso contra la 'ley mordaza'.

Así ha sido. A primera hora ya han realizado cortes en la V-21, la entrada norte de la ciudad, y en la avenida del Primado Reig, una de sus principales arterias. Lo han hecho bajo la permisiva mirada del amplio dispositivo policial que les ha acompañado en todo momento. Nada que ver con la actitud de hace un año, cuando en un momento dado les encerraron en una callejuela durante cerca de una hora.

Tras reponer fuerzas y esperar a las rezagadas con un desayuno servido por hombres, la columna morada ha entrado al grito de "perdonen les molesties ens estan assasinant" al mercadillo que los viernes se celebra en las calles de este antiguo pueblo. Entre medias, bragas, cacharros de cocina y zapatos, han recibido algunos aplausos, muchas miradas curiosas y también algunos reproches. "No miran nada de la parada. Van ofuscadas, van a la suya", lamenta un vendedor.

Complicidad

Por la mañana, los servicios mínimos de uno de los colegios públicos del barrio ha recibido a los alumnos con ‘La tres voltes rebel’ como banda sonora. En la valla, las cuidadoras del comedor anunciaban con un delantal que este viernes están de huelga y como hace un año algunas calles han vuelto a cambiar de nombre. La plaza principal es la de 8-M y hay calle de las Migradas, de las Presas... también en las paredes hay sombras recordando que no están todas, que faltan las asesinadas o que no se ve a las cuidadoras del hogar.