Tormenta perfecta de contaminación en Barcelona

Tormenta perfecta en la meteorología barcelonesa. A un invierno primaveral se le ha unido un viento del sur que ha llenado el firmamento de polvo del Sáhara y una movilidad de máximos coincidiendo con el Mobile World Congress y la huelga de metro. Con todo ello, y con las cifras de polución en la mano, la Generalitat de Catalunya, a través del Departament de Territori i Sostenibilitat, ha activado un aviso preventivo contaminación atmosférica en la capital catalana. No está previsto restringir el tráfico porque no es ese el indicador que se ha disparado (NO2). El que inquieta es el de partículas en suspensión de diámetro inferior a 10 micras (PM10) en la atmósfera.

Sobre el terreno, la decisión ha afectado a los servicios mínimos del metro, que, por decisión del Govern, se han aumentado para evitar que genere un incremento del uso del vehículo privado. Las frecuencias de paso de los trenes se ha incrementado del 50% al 65% en hora punta y del 30% al 45% en el resto de franjas horarias. El comité de empresa del suburbano ha expresado su malestar ante la decisión, que considera injustificada. Reclaman volver a los servicios mínimos anunciados por Treball la semana pasada, y en caso contrario, anuncian su intención de "tomar las medidas oportunas". Un portavoz del ayuntamiento asegura que no está prevista por ahora ninguna restricción de tráfico, puesto que la contaminación no se ha producido por niveles excesivos de NO2, que sería lo preceptivo para poder activar el veto a los vehículos más contaminantes.

El aviso preventivo de contaminación también ha supuesto que Territori ha comunicado la situación de contaminación atmosférica a los 40 municipios de la conurbación de Barcelona que forman parte de la Zona de Protección Especial del Ambiente Atmosférico. El aviso recomienda -pero no obliga- a los municipios que detengan o reduzcan las actividades u obras con materiales que puedan levantar un polvo excesivo.

Madrid reduce la velocidad

Como en muchas ocasiones en los últimos meses, el Ayuntamiento de Madrid ha activado el nivel uno del protocolo de actuación para combatir la contaminación por dióxido de nitrógeno. Se han superado los niveles de preaviso y la previsión meteorológica sigue sin anunciar lluvia, así que la velocidad en la M-30 y las vías de acceso a la capital queda limitada a 70 kilómetros por hora.

El miércoles, antes de las 12.00, el consistorio informará sobre si suspende el protocolo o lo mantiene para el jueves. En todo caso, se recomienda el uso del transporte público. El objetivo, recuerdan fuentes municipales, es mejorar la calidad del aire de la ciudad y, por tanto, "aumentar la protección de la salud" de la ciudadanía frente a los efectos nocivos de la alta contaminación. Especialmente, en los colectivos más vulnerables, como niños, mayores y personas con problemas respiratorios.

Las altas temperaturas y la ausencia de lluvia hacen temer que, por lo menos, el nivel uno del protocolo se mantendrá algún día más. Ante las críticas, la portavoz del ayuntamiento, Rita Maestre, siempre ha defendido que la contaminación es un problema de grandes dimensiones que "se soluciona a largo plazo y no con un chasquido de dedos".