La jueza archiva el maltrato a un zorro al no ser un animal doméstico

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El Juzgado de primera instancia e instrucción número 3 de Huesca ha decretado el sobreseimiento provisional y archivo de la causa contra el cazador denunciado por maltrato animal tras haber torturado hasta la muerte a un zorro a finales de diciembre. La asociación ecologista que se personó en la causa, la Asociación Nacional Animales con Derechos y Libertad (Anadel), estudia recurrir el archivo, manifestó su abogado, Jorge Piedrafita, en declaraciones al 'Diario del Alto Aragón'.

El equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil identificó a un hombre de 35 años, vecino de la capital oscense, como el supuesto autor de un delito de maltrato animal, tras la aparición de un video viral en redes sociales en el que se observaba a un cazador golpeando a un zorro hasta causarle la muerte durante una cacería.

En su auto de sobreseimiento, la jueza considera que, de las actuaciones practicadas, no resulta debidamente justificada la perpetración del delito de maltrato animal. La magistrada coincide así con la línea de la Fiscalía, que había planteado el sobreseimiento y archivo de la causa, ya que el maltrato animal del artículo 337 del Código Penal castiga los maltratos a animales domésticos o equivalenteso, de no serlo, aquellos que se perpetren en un contexto de espectáculo.

Y según las diligencias practicadas, prosigue el Ministerio Público en su escrito, "no puede considerarse el zorro un animal doméstico ni los hechos grabados pueden ser calificados de espectáculo". Por otra parte, la Fiscalía también indica que tampoco se aprecia ningún otro delito contra la fauna ni contra la propiedad tras las diligencias sobre la titularidad del coto y las circunstancias de los hechos denunciados. 

Vídeo viral

El caso que se hizo popular hace un par de meses en las redes sociales mostraba una escena en que el cazador pateaba y lanzaba en repetidas ocasiones al zorro al aire hasta su muerte. En un momento dado, el animal caía entre unos arbustos y se oía cómo la persona que grababa decía "déjalo", pero el hombre proseguía.

Más adelante, se escuchaba cómo preguntaba a su acompañante si llevaba una navaja. "¿Para degollarlo?", pregunta. "No, para quedarme la cola", respondía, en una confirmación de que quería un recuerdo de estos lamentables hechos.