RECOLONIZACIÓN ANIMAL

Nutrias en la gran ciudad

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Nacho Herrero

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En 'L’Assut de Mestalla’, una pequeña presa en el cauce del río Turia, se oyen más los aviones del aeropuerto de Manises y el tráfico de la V30 que los pájaros; el paraje es bonito pero no está exento de algunos escombros; se ven a unos pocos metros edificios de esta población y a apenas cuatro kilómetros está ya València, pero, pese a todo, aquí hay, o mejor dicho, vuelve a haber, nutrias.

No se ven, pero están. Hace unos días, técnicos de la Fundación Limne identificaron restos de excrementos en esta zona y confirmaron así la tendencia del estudio que iniciaron hace unos meses para contrastar la recuperación de este pequeño mamífero carnívoro en la Comunitat Valenciana.

Diezmadas y recluidas

Hubo un tiempo, a principios del siglo XX, en que las nutrias, extendidas por toda la península ibérica, tenían colonizados los tramos altos y medios de los ríos de la llamada España ‘seca’, y era habitual que bajaran a los tramos más bajos como este del Turia. Pero también hubo un tiempo, hace apenas tres décadas, en que las poblaciones de nutrias de las cuencas mediterráneas habían quedado muy diezmadas y recluidas en los tramos altos de los ríos. Así lo constataron los ‘Informes Delibes’ en los años 80. La contaminación de los ríos, en algunos casos su canalización y la persecución por parte del ser humano estaban detrás.

Pero, a principios de este nuevo siglo, se constató una recuperación ya estable en las cuencas atlánticas e incipiente en el norte de Catalunya que ahora se completa con el sureste. "La nutria no está colonizando sino que recupera terreno que digamos que era suyo. Es un animal territorial pero no radialmente sino longitudinalmente. Las poblaciones se estabilizan y hacen incursiones en la parte baja de los ríos", afirma David Campos, técnico de Limne, que recuerda que "en la Comunitat Valenciana se creyó que estaba extinguida".

Tres factores

Campos apunta a tres factores para explicar la recuperación de una especie que necesita aguas limpias, refugio y alimento. Una de ellas no deja de ser paradójica. "Por un lado está la mayor calidad del agua, los ríos se han descontaminado. Por otro ha dejado de estar perseguida por el ser humano. Antes estaba dentro del grupo de animales considerados como alimañas, en su caso porque comía peces y en parte eran competencia. Ahora hay una mayor sensibilización y se ha dejado de perseguirla", apunta.

"Pero, curiosamente, uno de los factores que más ha contribuido a su expansión ha sido la llegada de una especie exótica como el cangrejo americano", señala. Ya no dependen tanto de los peces.

Desde esta y otras fundaciones también han puesto algo de su parte en esta recuperación. En el caso de Limne, en el Turia y en otros ríos valencianos, llevan ya tiempo retirando las invasivas cañas y sustituyéndolas por vegetaciones autóctonas.

Del nido…

La teoría con que trabajan es que las nutrias que han llegado a las puertas de València son parte de una pequeña colonia que se mantuvo en la zona de Gestalgar, a unos 60 kilómetros de la capital. "Cuando las poblaciones se estabilizan y son demasiado grandes, los juveniles deben salir a buscarse la vida y eso hace también que vayan descendiendo", comenta.

…a la ciudad

El caso de València es llamativo por el hecho de ser una de las ciudades más grandes del país, con todo lo que eso conlleva, pero no es único. De hecho, apunta Campos, el estudio que han llevado a cabo les ha confirmado que la nutria, que había desaparecido por completo en los años 50 del pasado siglo del río Serpis, a unos 40 kilómetros al sur, se ha establecido ya en todos sus tramos, hasta las puertas de Gandía.

En el caso del Turia, los restos encontrados están apenas a dos kilómetros del lugar en el que se recanalizó el río tras las inundaciones de 1957, dejando seco el antiguo cauce que atraviesa la ciudad. Ahora es un kilométrico parque. Campos cree que la expansión va a continuar y que las nutrias pueden llegar a las poblaciones sin que pase nada. "Si el Turia pasara aún por el centro de València habría nutrias y no supondría ningún impacto. Es un animal que va a los suyo y que huye de la presencia del hombre", explica.