La montaña frena los trabajos de los mineros en el rescate de Julen

La dureza del terreno obliga a realizar hasta tres microvoladuras y ralentiza el avance de la galería horizontal

Dos mineros bajan al pozo en la cápsula para trabajar en el rescate de Julen

Dos mineros bajan al pozo en la cápsula para trabajar en el rescate de Julen / periodico

Julia Camacho

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La montaña malagueña ha vuelto a ponérselo difícil al dispositivo que desde hace 12 días trata de rescatar al pequeño Julen, de dos años de edad, caído en un pozo de más de 100 metros de profundidad. Transcurridas 19 horas desde que los mineros accedieron al túnel paralelo, solo han podido excavar 1,5 metros de los cuatro que hacen falta para llegar a Julen. Y eso gracias a que han tenido que emplear tres micro voladuras para romper la piedra. [Sigue la última hora del rescate de Julen en directo.]

"Todo va supuestamente como debe, pero hay que tener en cuenta el material extremadamente duro que se están encontrando, y hay que trabajar con el ritmo de la montaña, como se está haciendo", insiste el portavoz de la Guardia Civil, Jorge Martín.

Según ha detallado este mediodía, las labores de la brigada de rescate minero están enfrentándose a los mismos problemas que ya encontró la perforadora al abrir el túnel vertical y que acabó desgastando la broca o corona que se abría paso en la piedra. "Hay muchas complicaciones a causa de la dureza extrema del terreno, ya se comprobó con la excavación del túnel vertical, y ahora se están dando los mismos problemas", aseguró el portavoz.

Dos horas para cada detonación

El dispositivo sigue reacio a dar plazos después de las complicaciones surgidas en la última semana, aunque todo apunta a que se superarán las 24 horas que se estimaron inicialmente. El tiempo además se alarga porque realizar las microvoladuras ya supone de por sí un proceso complejo que se estira más allá de las dos horas.

Los mineros deben realizar pequeños agujeros en la piedra para colocar las cargas explosivas, y salir del túnel para ser reemplazados por los agentes de la Guardia Civil expertos en espeleología. Ellos son los que colocan las cargas explosivas preparadas previamente por los Tedax. Tras situarlas en esos orificios de la pared, salen también del túnel, y se efectúan las detonaciones.

Helicóptero para traer más material explosivo

Una vez explosionadas las cargas, hay que dejar pasar un tiempo prudencial de entre 30 y 40 minutos para extraer el aire contaminado que queda abajo, así como el polvo en suspensión, y renovarlo para permitir el acceso, de nuevo, de los mineros rescatistas.

Martín ha explicado además que el helicóptero de la Guardia Civil que está en la finca de Totalán (Málaga) ha despegado esta mañana en dirección a Sevilla para traer más material explosivo por si es necesaria su utilización, por lo que todo apunta que se necesitarán nuevas microvoladuras. No obstante, pese al reto y los continuos problemas, el ánimo del operativo, compuesto por 26 efectivos de la Brigada, la Guardia Civil y el Consorcio Provincial de Bomberos, es "igual de alto" que este jueves, cuando iniciaron la bajada, según explicó.