Dejad de avivar la guerra en Yemen

Niños Yemen

Niños Yemen / Jonathan Hyams

TAMER KIROLOS. DIRECTOR SAVE THE CHILDREN EN YEMEN

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Los niños yemeníes estan viviendo la peor crisis humanitaria del mundo. Trabajando en Yemen veo su sufrimiento todos los días y no me canso de repetir que la única manera de acabar con este sufrimiento es terminar con el conflicto. Es una verguenza que los parlamentos nacionales sigan dando luz verde a la venta continua de equipo militar a la coalición liderada por los saudíes.

Casi cuatro años después de que se intensificara el brutal conflicto, 14 millones de personas corren el riesgo de sufrir hambruna. Ese número ha aumentado dramáticamente desde noviembre de 2017 cuando la coalición liderada por Arabia Saudí impuso un bloqueo en Yemen. Estamos horrorizados de que 85.000 niños hayan muerto a causa del hambre extrema desde que comenzó la guerra. Por cada niño muerto por bombas y balas, docenas mueren de hambre, y esto es completamente prevenible.

Mientras que con una mano los países occidentales están proporcionando ayuda a Yemen para aliviar el sufrimiento humano, con la otra están vendiendo armas y equipos que se utilizan en este conflicto para matar de hambre, mutilar o asesinar a niños y niñas. Esta doble moral lo únic que hace es avivar este conflicto devastador.

Sin embargo, hemos visto pequeños pasos recientes que van en la dirección correcta. Noruega se encuentra entre los países que venden material militar y estratégico a las partes en conflicto y que se han utilizado para bombardear escuelas y hospitales del país. El gobierno noruego anunció en noviembre que detendría la autorización de nuevas licencias de exportación a Arabia Saudí y su parlamento continuó discutiendo el tema la semana pasada. Los gobiernos de Dinamarca, Finlandia y Alemania también han tomado medidas similares.

Pero esto sigue sin ser suficiente. Recientemente, periodistas independientes rastrearon el origen de las armas que terminaron en los campos de batalla de Yemen, unas armas que venían de países como España, Alemania, Reino Unido, Austria, Bélgica, Bulgaria, Serbia, Suiza, y Estados Unidos, entre otros.

El proceso consultivo que se celebró en Suecia en diciembre entre las partes en conflicto es una señal prometedora. Por eso, hacemos un llamamiento a todos los países que tienen influencia sobre las partes en este conflicto para poner fin de una vez por todas a esta guerra. Si no lo hacen, los niños y las niñas continuarán perdiendo la vida a gran escala y la historia juzgará a todos los involucrados.

Ahora las partes en conflicto deben implementar los pasos acordados en Suecia, de conformidad con el derecho internacional humanitario. El mundo les estará mirando. Un alto el fuego en Hodeidah y la reapertura del aeropuerto de Sana’a a los vuelos nacionales, son los primeros pasos importantes para ayudar a aliviar la crisis humanitaria en Yemen.

Desde el inicio del conflicto, Save the Children ha proporcionado alimento a 575.000 niños y niñas y ha tratado a más de 152.000 con desnutrición. A pesar de los desafíos, salvamos vidas todos los días. Los combates, los bloqueos y la burocracia han obligado a Save the Children a llevar suministros vitales al norte del país a través del puerto sur de Adén. Esto significa que la ayuda puede tardar en llegar hasta tres semanas y muchos la necesitan con urgencia.

Nuestros equipos en terreno ven como las familias desesperadas traen a sus niños a las clínicas gravemente desnutridos, muchos de ellos ya casi ni responden. No hay nada peor que ver a un niño morir de hambre, mientras se impide que los alimentos entren al país y la violencia dificulte su distribución. Los niños malnutridos están sucumbiendo a enfermedades prevenibles porque los medicamentos que salvan vidas no llegan o se retrasan en los puertos y puntos de control.

Solo el fin de la guerra puede brindar un alivio duradero a los niños de Yemen. Pero hasta entonces, la comunidad internacional debe continuar presionando a todas las partes para que aborden con urgencia la crisis humanitaria.

Por eso, insto a los países que comercian con armas a asumir la responsabilidad histórica y detener todas las ventas de armas o equipos militares a cualquier parte. Es el primer paso para garantizar que los niños de Yemen tengan un futuro y porque para reconstruir, primero se debe dejar de destruir.