NUEVA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

La UB se une a cuatro ciudades europeas para crear una universidad innovadora

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Carlos Márquez Daniel

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La innovación educativa no se entendería si no se le diera una cierta continuidad de inicio a fin, esto es, desde la etapa infantil hasta los grados universitarios, con independencia de la estación, pasada la secundaria, en la que el alumno decida apearse para tomar otros caminos formativos. En la etapa superior, la Unión Europea está impulsando un nuevo modelo académico, basado en los preceptos de la agenda 2030 para el desarrollo sostenible. La idea es que en el 2024 ya funcionen una veintena de estas universidades. La Universitat de Barcelona (UB) ha presentado este martes su propio proyecto, denominado Charm-UE, junto a cuatro competitivos compañeros de viaje (Budapest, Dublín, Montpellier y Utrech). Se enfrentan a un centenar más de postulantes. La resolución, antes del verano. 

El rector de la UB, Joan Elias, ha sido prudente en su alocución: estamos en periodo de presentación de candidaturas y no se pueden dar a conocer todos los secretos del proyecto. "Ideas innovadoras", ha resumido, rodeado de sus colegas del resto de universidades implicadas. "El objetivo es romper con el paradigma de titulaciones clásicas. Es lo que nos pide Europa porque así deben ser las universidades del futuro, con los alumnos moviéndose por los distintos campus implicados, superando barreras e idiomas". Subyacen, sin embargo, un par de problemas. Primero, las fronteras legales en las que, ha avanzado Elias, ya se trabaja para que no haya ningún problema, y segundo, el yugo económico, ya que no es nada barato que un chaval esté cuatro o cinco años circulando por distintas universidades europeas. Para ello, y para evitar que el plan llegue a unos pocos bolsillos, los proyectos que ganen se espera que dispongan de cuantiosas subvenciones de la UE.

Mucho más que un Erasmus

Elias se ha esforzado en dejar claro que Charm-UE no es un Erasmus a lo bestia. Porque aquí no solo se trata de hacer la maleta para estudiar en otro país para sumar una experiencia vital inolvidable. Lo que se propone es que estas universidades, que tendrán marca propia, ofrezcan estudios de nueva creación que vayan más allá de la paleta clásica de cualquier centro. En el caso de vencer, ha explicado Elias, los agraciados deberían primero matricularse en cada universidad, ya que el proceso de alumbrar la nueva marca requeriría un cierto tiempo e infraestructura. Para ello, la UE dota a cada proyecto vencedor con cinco millones de euros.  

El periodo de postulación termina a finales de febrero. Se espera que sean más de 100 los concursantes para un total de seis plazas. "Somos conscientes de que estadísticamente hay pocas probabilidades, pero somos optimistas. Y en cualquier caso, en el caso de no resultar elegidos, seguiremos trabajando las cinco universidades para volver a intentarlo el año que viene". La UB emprende este viaje junto al Trinity College de Dublín y las universidades de Utrech, Montpellier y la Lorànd Eötvös de Budapest. Los 17 objetivos que forman la agenda 2030 de desarrollo sostenible son los mismos que mueven a Escola Nova 21, entidad que acaba de unirse al Departament d'Educació para implementar la enseñanza innovadora en la educación pública catalana. 

Para la presente convocatoria también se ha presentado la Pompeu Fabra, integrada en un proyecto conocido como Eutopia y junto a las universidades de París Siena, la Libre de Bruselas, la de Warwick, la de Ljubljana y la de Gotemburgo.