EMPRENDEDORAS

Cuatro jóvenes de Barcelona ganan un premio internacional con una 'app' de movilidad

Take This Way permitiría comprar y compartir viajes de metro, autobús, tranvía y ferrocarriles

Las cuatro creadoras de la 'app' Take This Way, en el aula de informática de Salesians Sarrià.

Las cuatro creadoras de la 'app' Take This Way, en el aula de informática de Salesians Sarrià. / DANNY CAMINAL

Luis Benavides

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“La red de transporte público de Barcelona está muy bien, es muy completa, pero la forma de acceso no es muy ágil. Para comprar el billete tienes que bajar al metro o ir al estanco. Eso no es ‘smart’”. Cuatro exalumnas del instituto Salesians de Sarrià tienen claro el diagnóstico. También la solución: una aplicación móvil que permita comprar billetes de metro, autobús, tranvía y ferrocarriles y compartir viajes. 

Su idea tiene nombre, Take This Way (coge este camino, en castellano) y ha ganado recientemente un premio internacional en Dublin, el Youth Start Entrepreneurship Award. Las creadoras son Carolina Del CorralSara GiménezMiriam Lidueña y Miriam San José. Las cuatro tienen 18 años y estudian en diferentes universidades de la capital catalana; juntas llevan dos años desarrollando esta ‘app’ gratuita que permitiría validar los viajes con el móvil gracias a las tecnologías Contactless NFC (Near Field Communication). Esto evitaría, entre otras cosas, que los viajeros se amontonen junto a los tornos porque uno de los usuarios no encuentra la tarjeta en su bolso o cartera. "Ahora todo el mundo lleva el móvil a mano", aseguran.

Su profesora de economía, Montse Llorens, tutorizó los primeros pasos de esta aplicación como trabajo de investigación de bachillerato cuando las cuatro tenían 16 años;  y cuando el proyecto cogía forma las animó a presentarlo al Repte Emprèn de EduCaixa, que también ofrece acompañamiento: el programa Joves Emprenedors.  “Como tutora, destacaría el buen trabajo de investigación realizado previamente y su capacidad para aceptar las críticas, que les ha permitido ir mejorando su proyecto inicial”, afirma Llorens.

El punto de partida fue una necesidad, una problemática concreta. “Confeccionamos una parrilla con problemas cotidianos divididos en escuela, casa… Y salieron muchas ideas, pero mejorar el transporte público de la ciudad, que es algo que usamos cada día, nos pareció un campo muy interesante”, recuerda Del Corral, ahora estudiante de primer curso de Ingeniería de Sistemas Audiovisuales e Informática.

Una T-Mobilitat 2.0

San José, estudiante de Ciencias Biomédicas, investigó cómo funcionaba la compra de billetes en otras ciudades vía internet. “Descubrimos que en Madrid y Valencia, por ejemplo, ya usan tecnología Contactless ; y también descubrimos que en Barcelona existía un proyecto similar, la T-Mobilitat, que ya debería haberse implementado”, explica la joven.

Lejos de desanimarse al descubrir que la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) ya tenía en mente algo parecido encima de la mesa, basado también en la tecnología Contactless, estudiaron cómo podían diferenciar su proyecto y aportar algo nuevo. “Pensamos en la posibilidad de compartir billetes entre usuarios como una ventaja competitiva”, recuerda Lidueña, estudiante de doble grado de Turismo y dirección Hotelera, encargada del apartado económico del proyecto.

Los usuarios de transporte público pueden ahora compartir un título que no sea unipersonal, pero si no hacen el mismo trayecto pueden tener algún problema. “A todos nos ha pasado alguna vez que te quedas sin billete y un amigo valida tu viaje con su tarjeta. Si vas en bus o tranvía y tu amigo se baja antes, el revisor puede multarte. Y del tren quizá no puedes salir porque algunas paradas te piden que pases la tarjeta. Eso ya no pasará con nuestra aplicación”, añade Giménez, estudiante de Física. “Cada usuario tiene un perfil con un número o identificador -continúa-; solo tienes que buscarlo en la ‘app’ y enviarle un billete, que conservará en su móvil”.

Esta función soluciona un problema “que viven el 29% de usuarios de transporte”, aseguran las creadoras de Take This Way. Y es que, cuando la ‘app’ todavía estaba en un estado embrionario, hicieron una encuesta virtual entre 125 compañeros de clase para conocer las necesidades reales e inquietudes de los usuarios de transporte público.

Sostenibilidad

Las ventajas respecto al billete tradicional, de papel con banda magnética, son numerosos, aseguran. Según el estudio realizado por la ATM, el actual sistema comporta altos costes de mantenimiento -la tecnología magnética incluye equipamiento electromagnético y la necesidad de ajustes- y está desprotegido de falsificaciones y copias fraudulentas. Además, el actual sistema ofrece muy poca información sobre el comportamiento y necesidades de los viajeros y los costes de mantenimiento, entre otras problemáticas actuales.

Las cuatro creadoras de Take This Way creen haber ganado el premio internacional por la sostenibilidad de su proyecto, tanto social como medioambientalmente. Con la aplicación persiguen el ahorro de mucho papel, pero también modernizar el transporte público y promocionar su uso. Y como han incorporado información sobre los servicios de cada estación - ascensores y lavabos-, también creen que será muy útil para las personas con problemas de movilidad.    

Medio año en la incubadora

De todos los proyectos presentados al premio organizado por EduCaixa, unos 1.500 repartidos por toda España, Take This Way quedó entre los 35 finalistas. De estos, una docena pasaron a la llamada incubadora, un recurso totalmente ‘online’ que permite validar una idea de negocio y lanzarla al mercado.

Núria Vives, responsable del programa Joves Emprenedors de EduCaixa, pone el acento en el proceso y su vertiente educativa. “El programa persigue que trabajen en equipo para resolver una problemática, y en el proceso trabajan diferentes competencias como la iniciativa, la comunicación... Al final, no es tan importante el qué como el cómo”, resume Vives. “Su proyecto abordaba una problemática de su entorno más cercano -continúa­-  con una solución que ayuda a mejorar el servicio para todos”.

Tras seis meses en la incubadora, ahora la pelota está en el tejado de las cuatro jóvenes y, sobre todo, del ente encargado de coordinar y planificar el transporte público en la región metropolitana. Su 'app' solo tiene un cliente potencial. Posiblemente, ese sea el único hándicap de un trabajo de matrícula laureado internacionalmente.