MERCADO NEGRO EN LA RED

Medidas contra el fraude académico

Las universidades preparan acciones legales y herramientas tecnológicas para combatir a las web dedicadas a la realización de trabajos por encargo

Las universidades a distancia del futuro usarán el reconocimiento facial para combatir la suplantación

Las universidades a distancia del futuro usarán el reconocimiento facial para combatir la suplantación

Luis Benavides

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Todas las universidades, tanto convencionales como a distancia, son susceptibles de recibir en algun momento trabajos fraudulentos. La Universitat Oberta de Catalunya (UOC) combatió legalmente una página dedicada exclusivamente a la realización de trabajos académicos en el 2015 y ahora ultima un proyecto basado en la inteligencia artificial que pondrá las cosas muy difíciles a los estudiantes tramposos. 

Carles Sigalés, vicerector de docencia y aprendizaje de la UOC, recuerda perfectamente esa batalla legal contra Pacsolutor SL. Todo empezó cuando detectaron que un alumno se matriculaba de más asignaturas de las que humanamente era capaz de tirar adelante. “Se matriculaba de muchas asignaturas para disponer de las diferentes pruebas de evaluación y, entendemos que con la ayuda de una serie de colaboradores, vendía trabajos al resto del alumnado”, recuerda Sigalés. El joven fue inmediatamente expulsado y perseguido judicialmente, por suplantación y por registrar varios dominios que incluían la palabra PAC,  acrónimo de ‘Prova d’avaluació continuada’ (prueba de evaluación continua, en castellano). El demandado mostraba, según la universidad a distancia, “una clara voluntad de perjudicar o de aprovecharse de la reputación ajena con una finalidad claramente comerical, ofreciendo la realización fraudulenta” de las PACs.

La demanda fue desestimada. “Nos encontramos con una cuestión muy preocupante: estos negocios se presentan como webs de formación ‘online’,  dicen ayudar a los estudiantes en la realización de trabajos como las academias de refuerzo. Y no se pueden comparar. No entiendo que no sea perseguible este fraude académico”, lamenta el vicerector de la UOC.

En esa misma línea, el vicerrector de Comunicación de la Universitat de Barcelona (UB)Ernest Pons, explica que el tema está en manos de sus asesores legales porque la truhanería ha cruzado una línea roja. “Siempre han existido las trampas, pero ahora hemos detectado un negocio, con un ánimo de lucro, que se debería combatir. Nuestros asesores nos explican que hoy por hoy es muy complicado, que sería difícilmente demostrable, pero estamos a las puertas de hacer alguna cosa”, avanza Pons, sin querer entrar en más detalle.

Inteligencia artificial

El vicerector de la UOC es positivo de cara al futuro más cercano. Este fraude académico, asegura, tiene “los días contados”. La afirmación de Sigalés se sustenta principalmente en <strong>el proyecto TesLa</strong>, un sistema que permite identificar al estudiante y verificar la autoría de sus entregas y aportaciones gracias a tecnología punta como el reconocimiento facial, el reconocimiento de voz, patrones de teclado y antiplagio, entre otros. En este proyecto coordinado por la UOC participan otras universidades europeas, centros de investigación y empresas tecnológicas. 

Ya hace 10 años que los ingenieros de la universidad a distancia catalana desarrollaron una herramienta para detectar el plagio como un programa propio que compara todas las entregas entre ellas y con el histórico que conserva la universidad. El proyecto TesLa, en cambio, está basado en la prevención. Es decir, la lupa ya no se pondrá sobre el trabajo ya entregado, con todas las dificultades que conlleva verificar que no se trata de un ejercicio ilegítimo, sino que pondrá muy difícil cualquier intento de fraude.  

Jordi Duran es ingeniero informático y jefe de proyectos del Área de Tecnología de la UOC. “Este nuevo fraude, diferente al plagio aunque también basado en la no autoría, se puede prevenir identificando al alumno desde el momento que accede al entorno, analizando su manera de redactar, de teclear… Se pueden recoger una serie de características de la persona y construir un perfil”, explica Duran, quien anuncia que TesLa se podría implantar en algún momento del 2019 tras varias pruebas pilotos.

La tecnología apunta como un gran aliado en la lucha contra este y otros engaños. Mientras llegan estas herramientas, algunas facultades persiguen la misma efectividad con un férreo marcaje al hombre, en términos futbolísticos. Así, universidades a distancia como UNIR (Universidad Internacional de La Rioja) contiene este tipo de prácticas fraudulentas trabajando codo con codo con los alumnos. “Aquí tenemos muchas entregas parciales, pactadas en ciertas fechas, y hacemos sesiones grupales e individuales por internet. Me parece muy complicado que puedan colar un trabajo que no han hecho ellos. Les paso correcciones y les hago muchas preguntas”, cuenta Elena Santos, profesora y coordinadora académica de la Facultad de Empresa y Comunicación de UNIR.  “En realidad, la picaresca ha existido siempre. Ya hace años que existen páginas como El Rincón del Vago, donde los alumnos comparten sus prácticas. En UNIR cambiamos las actividades cada curso para evitar eso, y también usamos un programa antiplagio”, añade Santos.

“Personalmente, ante la más mínima duda –continúa Santos- no le autorizo que presente el trabajo final de grado o máster. Hará el ridículo delante del tribunal y dejará en mal lugar mi nombre como tutora”. Con todo, si un alumno entrega un trabajo que no ha hecho “se está engañando a él mismo”, concluye la coordinadora.