SALUD DESDE LA NUTRICIÓN

Combate el resfriado desde el plato

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Carmen Hierro

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Lo más importante para encontrarnos sanos y cuidar de nuestro cuerpo es llevar siempre una dieta equilibrada en la incluyamos frutas y verduras. Esto se hace todavía más primordial en los meses de invierno ya que, gracias a nuestra alimentación vamos a ayudar a nuestro organismo a estar preparado y a combatir los síntomas en el caso de que padezcamos un resfriado o una gripe.

Aunque, lo importante es llevar una dieta variada, hay una serie de alimentos que recomendamos que se introduzcan en nuestros menús de invierno para ayudar a nuestras defensas y a nuestro sistema inmunitario. De esta manera es fundamental añadir a la dieta alimentos ricos en vitamina C, como pueden ser las naranjas, los limones o los pomelos, además de todas las verduras que presenten la hoja verde: coles, brócoli…

Los antioxidantes también nos ayudarán en la árdua tarea de combatir los catarros, por ello tenemos que cocinar con productos ricos en vitamina A. Este ingrediente lo encontramos en las zanahorias, en pescados como la caballa y en la carne animal, sobre todo en las partes de casquería como el hígado.

Alimentos con zinc

Otros ingredientes indispensables en nuestras dietas de invierno son aquellos que presentan entre sus componentes una gran cantidad de zinc ya que nos ayudarán a fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Así, la deficiencia de zinc en el organismo se asocia directamente con una mayor probabilidad de padecer un resfriado. De la misma manera, si ya estamos enfermos, aportar a nuestro cuerpo grandes cantidades de este elemento, nos ayudará a aliviar los síntomas y por tanto a sanar de una manera más rápida.

Entre los alimentos que aportan gran cantidad de zinc a nuestro organismo podemos diferenciar: las judías, los garbanzos, los higos, las nueces, los espárragos, los mejillones o la carne de cordero.

El ajo y la cebolla

En la dieta mediterránea tanto el ajo como la cebolla son ingredientes indispensables. Los utilizamos para darles mejor sabor a nuestras recetas sin pensar que, además, estamos consiguiendo cuidarnos y protegernos de los resfriados.

El ajo es un alimento que presenta propiedades antibacterianas y antivirales que nos ayudan a estar sanos. Podemos tomar ajo como medida de prevención, para no caer enfermos, pero también como remedio para luchar contra las dolencias de una gripe. A pesar de que se recomienda comerlo crudo para ingerir todas sus propiedades, también podemos picarlo o exprimirlo.

La cebolla, por su parte, es antiinflamatoria y antioxidante por lo que se considera un antibiótico natural. Para que mantenga intactas sus propiedades se recomienda, al igual que el ajo, que se consuma cruda.

Mejora tu respiración

Otro 'superalimento' que debemos incluir en nuestra dieta, sobre todo en los meses de invierno, es el jengibre. Aunque todavía no es muy habitual encontrar esta raíz con sabor picante en nuestras despensas, cada día más, es utilizada en las recetas de los menús diarios de cualquier hogar.

El jengibre nos va a ayudar a deshacer las posibles flemas causadas por el catarro y por tanto a limpiar las vías respiratorias y aliviar los síntomas de una congestión. La forma más habitual de consumir este alimento es preparando infusiones en las que contrastamos su picor con alimentos como la miel o el limón.

Algunas sugerencias para tu mesa

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