El Gobierno eliminará las cuchillas de las vallas de Ceuta y Melilla a principio de año

Fernando Grande-Marlaska

Fernando Grande-Marlaska / MIGUEL LORENZO

Iolanda Mármol

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El Gobierno prevé eliminar las concertinas en el primer trimestre del 2019. Con casi todos los informes que solicitó ya sobre la mesa, el Ejecutivo ha decidido que retirará las cuchillas que coronan las vallas de Ceuta y Melilla para impedir el acceso de inmigrantes en territorio español. Tras buscar en el último medio año un método "menos cruento” y después de los últimos incidentes, finalmente  el gabinete de Pedro Sánchez opta por medidas de seguridad alternativas.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció este jueves en conversación informal con los periodistas en la celebración de los 40 años de la Constitución que se retirarán las cuchillas, se elevará la altura de la valla en "algunas zonas" y se instalarán nuevas cámaras térmicas de detección de movimiento más sofisticadas que las actuales.

No están todos los detalles decididos, advirtió el ministro, porque el Gobierno está pendiente de las consideraciones de un último informe que ha solicitado a una empresa pública. Aún así, la determinación de su departamento es elevar la propuesta a Consejo de Ministros en los primeros meses del 2019.

Frontera inteligente

Grande-Marlaska anunció el pasado mes de junio, cuando llegó al ministerio, que su intención era retirar “con carácter inmediato” las concertinas. Al mes siguiente, varios inmigrantes y agentes de la Guardia Civil resultaron heridos en un intento de cruzar la línea fronteriza en Ceuta.

El Gobierno tiene desde hace algún tiempo los informes técnicos sobre la mesa y trabaja sobre el terreno para ver cómo diseña una “frontera inteligente con cotas de mayor seguridad”, una iniciativa en la que están de acuerdo los principales sindicatos de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado.

La presencia de concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla ha generado siempre cierta incomodidad entre los socialistas. Fue el PSOE en el 2005 (durante el primer mandato de José Luis Rodríguez Zapatero) quien autorizó por vía de urgencia la instalación de vayas y concertinas. Años después, Alfredo Pérez Rubalcaba aseguró siendo secretario general del PSOE que él había exigido la retirada de estos dispositivos porque era un sistema de protección “inhumano”.

Más allá de la retirada de las concertinas, el ministro del Interior enfatizó la voluntad del Gobierno de trabajar en las causas profundas de la inmigración y subrayó la necesidad de que la UE asuma que la solución debe ser conjunta.

España ha liderado en estos últimos meses la reclamación (conseguida ya) de que la Comisión Europea entregue 140 millones a Marruecos para fortalecer su policía fronteriza y reivindica la colaboración con los países origen.

La próxima cumbre de la ONU en inmigración, que se celebrará en Marrakesh, pretende ordenar los flujos migratorios y consensuar los derechos de los desplazados.