MOVILIDAD

Cerca de 5.000 motos protestan en Barcelona contra la gestión del ayuntamiento

Manifestación motera en Barcelona.

Manifestación motera en Barcelona. / periodico

Xavier Pérez

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Cerca de 5.000 motocicletas de todo tipo (la mayoría escúteres) se han manifestado este domingo en la playa de la Mar Bella de Barcelona en protesta por la gestión del ayuntamiento. Según los organizadores, la Agrupación Motera Catalana (AMC) y la Unión Motera Internacional (IMU), además de 50 motoclubs adheridos, el acto de protesta pretende frenar lo que consideran ataques desde el consistorio que preside Ada Colau, así como manifestar su disconformidad por la política de movilidad municipal en la que se pretende criminalizar al colectivo motero.

La concentración se llevó a cabo en la zona próxima a Diagonal Mar a partir de las 11:30 horas y los motoristas se han ido congregando para iniciar un recorrido por las principales calles de la ciudad para pedir que el Ayuntamiento reconsidere su política de restricción de circulación y aparcamiento de las motos. La marcha lenta partió del aparcamiento de la Mar Bella y recorrió parte del litoral desde el Fòrum hasta la plaza de los Voluntaris para subir por la calle de Marina y regresar al mar por Via Laietana tras girar por Aragó. Los concentrados reclamaron el papel de la motocicleta como solución de movilidad real y abogaron por mejorar las condiciones de circulación para este colectivo que representa 330.000 desplazamientos diarios en la ciudad.

Transporte público y formación

Juan Carlos Toribio, coordinador de IMU, señaló que "el transporte público no está preparado para absorber toda la demanda, y tampoco las conexiones con el área metropolitana invitan a dejar la moto en casa". "En definitiva: necesitamos las motos, no somos el diablo", sentenció. Por su parte, desde la AMC consideran que "las motos de 125 [centímetros cúbicos] tienen gran parte de culpa en la siniestralidad. Si no queremos que los nuestros se hagan daño hay que proponer un mínimo de formación”, subrayó el miembro de la entidad Pere Martínez. En este sentido, se reclamó al ayuntamiento un estudio por cilindradas de la siniestralidad de la moto.

Desde este sábado pasado todas las motocicletas y ciclomotores que no dispongan de la etiqueta medioambiental facilitada por la Dirección General de Tráfico (DGT) no podrán circular dentro de las zonas de bajas emisiones establecidas en caso de episodio de alta contaminación. En el 2020 esa restricción afectaría al 40% de las motos censadas en Barcelona. Esta medida, unida a las restricciones de aparcamiento en la ciudad y a las campañas para promover el uso del transporte público en las que se presentaba a la motocicleta y al coche como sistemas de desplazamiento peligroso, ha hecho que las asociaciones se hayan manifestado pacíficamente este domingo.

El consistorio quiso puntualizar las prohibiciones amparándose en el “objetivo de proteger la calidad del aire que se respira en la ciudad en el marco de la lucha contra la contaminación”, y en unas declaraciones, la regidora de movilidad del ayuntamiento, Mercedes Vidal, también aseguraba que para reducir la siniestralidad entre el colectivo motero la solución es reducir el número de motos en la calle.

El pasado día 28 Vidal se reunió con los representantes organizadores de la protesta para trasladarles la intención del Ayuntamiento de contar con la moto para trabajar por el futuro de la movilidad, desmarcándose así de las polémicas declaraciones. Fuentes del consistorio reconocen la necesidad de mejorar las relaciones ya que el colectivo de la moto es uno de los más vulnerables, pero subrayan que se han llevado a cabo numerosas acciones para reducir la siniestralidad con medidas específicas en el plan local de seguridad viaria 2019-2022  y en el plan de movilidad urbana 2019-2024. Actualmente la moto representa un 25% del total de los desplazamientos en vehículo privado que se realizan en la ciudad y suponen el 7% del total de la movilidad en Barcelona.. Actualmente la moto representa un 25% del total de los desplazamientos en vehículo privado que se realizan en la ciudad y suponen el 7% del total de la movilidad en Barcelona. Es por eso que se trata de un colectivo vulnerable con el que deben trabajar. Y no con prohibiciones, precisamente.

Anesdor, por el diálogo

Desde la Asociación de Fabricantes de Motocicletas, Anesdor, su secretario general José María Riaño advirtió de esa necesidad de trabajar conjuntamente con las instituciones para el futuro de la movilidad. “Comprendemos el malestar de las asociaciones de moteros por esas campañas y algunos gestos municipales que son poco afortunados, pero eso no quita que se trabaje conjuntamente para conseguir una movilidad eficiente para todos. Desde Anesdor consideramos que hay que aplicar el sentido común y buscar medidas claras consensuadas. La movilidad se está transformando de forma muy rápida, es muy compleja y necesitamos soluciones coherentes. En la ciudad hay espacio para todos”, aseveró Riaño.

Los fabricantes apoyan el diálogo y proponen “trabajar en tres sentidos: Las nuevas ordenanzas de movilidad urbana, la necesidad de un plan estratégico de seguridad vial en el que la moto tenga un papel importante por su vulnerabilidad, y una línea de mejora medioambiental”. Riaño admitió, sin embargo, que igual se ha dado más intensidad a los aspectos medioambientales que a los de movilidad y seguridad. “Tal vez el discurso político no ha sido suficientemente contrastado”, señaló el secretario general de Anesdor.