JUICIO EN LA AUDIENCIA DE BARCELONA

El fiscal reclama 79 años de prisión al empleado de una residencia por maltratar y violar ancianas

El procesado ha declarado que no se acuerda de nada porque consumió alcohol y cocaína

La Audiencia de Barcelona

La Audiencia de Barcelona / periodico

J. G. Albalat

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Nochebuena del 2015 en un geriátrico de Arenys de Mar. Era un día de celebración, pero un suceso imprevisto se cruzó en el camino de nueve ancianas que vivían en el centro. Ante un tribunal de la Audiencia de Barcelona se ha sentado este lunes José Manuel Reyes Gómez, un diplomado en fisioterapia que trabajaba en la residencia como cuidador.  El fiscal reclama para él 79 años de cárcel por maltratar a cuatro mujeres y agredir sexualmente a otras cinco. Sus víctimas tenían entre 60 y 104 años. Algunas de ellas, incluso, ya han fallecido.

“Consumí combinados y una raya de cocaína, no recuerdo nada. Nunca pensé que me podría pasar algo así”, se ha justificado Reyes. El procesado ha explicado que no sabe ni cómo fue a trabajar esa noche y que estaba “dolido” porque tenía el día libre y, al final, le hicieron acudir  a la residencia para cubrir el turno de noche. “No me lo puedo creer, no me entra en la cabeza", "son barbaridades", insistió. A preguntas de su abogada, ya que no quiso responder a las otras partes, el procesado afirmó que se llevaba bien con sus compañeras y que daba un buen trato a las residentes, ya que "las hacía reír".

"Con la cara hecha un mapa"

En el juicio ha declarado el hijo de la víctima que falleció de un infarto días después del suceso. Este hombre ha lamentado que cuando acudió al hospital encontró a su madre "con la cara hecha un mapa, era terrible, estaba claro que no era un morado". La compañera de habitación de su madre, también afectada, estaba igual o peor, ha relatado. También ha dicho que no pudo hablar con su madre tras la agresión ya que sólo repetía la palabra "no" y que estuvo sedada hasta que murió cinco días después.

La fiscalía sostiene que el acusado golpeó en la cara a varias ancianas, algunas de ellas con demencia senil por su edad o estaban incapacitadas. A cinco no solo las maltrató físicamente, sino que las agredió sexualmente, tocándoles los órganos genitales o violándolas. Todo ello en la penumbra de las habitaciones donde dormían y durante toda la noche.