INFRAESTRUCTURAS

Rajoy disminuyó las inversiones en Catalunya en un 65%

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zentauroepp45988971 rodalies181122203156 / JORDI PUJOLAR / ACN

Manuel Vilaseró

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El Gobierno de Mariano Rajoy lanzó "infinidad de compromisos" dirigidos a Catalunya especialmente en los años de su segunda legislatura. Casi todos se incumplieron porque nunca fueron acompañados de la dotaciones necesarias. La inversión media del grupo Fomento en la etapa del PP (2012-2017) resultó nada menos que un 65% inferior a la del período 2008-2012.

Así figura recogido en la parte catalana de la ‘Auditoría de fechas y situación recibida del anterior Gobierno’ que en sus 58 páginas repasa el estado en que se encuentran los "principales incumplimientos" en las distintas áreas del ministerio. José Luis Ábalos, el actual titular del departamento, se encontró sobre su mesa el pasado junio una gran cantidad de compromisos "que en la gran mayoría de los casos se han incumplido o que debido al estado de avance en el que se encontraban resulta inviable cumplir”.

Rodalies

El caso de Rodalies es especialmente significativo. Pese al atraso histórico que a menudo causa averías y retrasos e incluso accidentes graves, las inversiones fueron disminuyendo hasta el 2014. En la primera legislatura de Rajoy empezaron con 164 millones fueron bajando: 107 en 2012, 72 en 2013 y tocaron fondo con la ridícula cifra de 34 millones en el 2014. A partir de entonces se inicia una recuperación, con 62 millones en el 2015, 117 millones en el 2016 y 263 en el 2017, aunque estos últimos años tienen trampa.

La mayor parte del aumento no corresponde a las reformas eternamente pendientes. Aproximadamente el 60% se gastó en el nuevo acceso ferroviario al aeropuerto de El Prat.

Mientras Rajoy en marzo del año pasado prometía una lluvia de 4.000 millones de euros para Rodalies dentro de la fracasada Operación Diálogo, la aportación de ese año se quedó en 263 millones. A ese ritmo se hubieran necesitado 15 años para ejecutar la cifra anunciada.

El Corredor Mediterráneo

El Corredor Mediterráneo tampoco sale muy bien parado del examen retrospectivo. “El anterior Gobierno prometió que en el año 2020 se dispondría del tramo desde la frontera francesa a Murcia (con obras acabadas e inicio de circulación en pruebas)”, pero los retrasos afectan a todo el corredor porque entre otras cosas “se dejaron de invertir valores superiores al 35% del presupuesto previsto en el ejercicio.

A pesar de ello el Gobierno actual se ha comprometido a recuperar el tiempo perdido en algunos de los tramos e intentará cumplir esos compromisos. Está por ver si lo logrará.

Es instructivo leer la descripción que se hace en lo ocurrido en el tramo Tarragona-Vandellós del eje mediterráneo. “El Gobierno anterior anunció en hasta cinco ocasiones (febrero, julio, noviembre y diciembre del 2017) el inicio de la circulación en pruebas para el primer trimestre del 2018. Adif comunicó en marzo del 2018 que las pruebas se iniciarían en noviembre del 2018”, dice la auditoría.

Carreteras

En carreteras el panorama no es mejor. La inversión disminuyó un 40% en los últimos seis años. "En contraposición a estos valores se continuaron realizando promesas y anuncios en numerosas visitas a la autonomía. El resultado es que nos encontramos ante numerosos compromisos en actuaciones de carreteras, donde se prometían licitaciones de obras y proyectos que nunca se llegaron a cumplir", señala el documento.

En este caso el problema es que Fomento ya considera irrecuperable el tiempo perdido. "Los compromisos heredados con un horizonte temporal posterior a junio del 2018, una vez estudiados el estado que en que se encontraban en esa misma fecha, el actual equipo de Fomento no los puede cumplir", certifica la auditoría interna.

Los ejemplos

Esta cita varios ejemplos significativos. El Ejecutivo se comprometió en marzo del 2017 a finalizar las obras del enlace de Castellbisbal entre la A-2 y la A-P7. En junio de este año las obras no solo no habían finalizado sino que se encuentran paralizadas por expediente modificado.

El tramo de la N-2 entre Medinyà y Orriols debía finalizar en octubre del 2017, pero el pasado junio las obras acumulaban un retraso de un año y no está previsto que finalicen hasta el 2019.

El desdoblamiento de la N-340, entre Altafulla y la Pobla de Montornès, debía licitarse en el 2017 pero la realidad es que no solo no se licitó sino que quedan aún por cubrir unos cuantos trámites para llegar a la fase de licitación.

En el desdoblamiento de la N-240 entre Lleida y les Borges Blanques el caso es aún más grave. El estudio informativo debía finalizar en agosto del 2017 pero aún no está ni redactado ni tramitado.